Orange se apoya en MásMóvil para salvar sus ingresos en España

Los ingresos mayoristas de Orange camuflaron la caída total del negocio residencial, que empeoró tanto por líneas móviles como fijas

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Se puede decir abiertamente que en el acuerdo entre Orange y MásMóvil ganan los dos. Ambas operadoras, atadas con un pacto por el que la primera cede su red de fibra a la segunda, se benefician. El operador amarillo, consolidado como cuarto en la industria telco, gana clientes mientras el naranja cobra por un mayor uso de su infraestructura.

Pero en esta relación cada vez hay más dependencia para Orange. Hace un año se apoyaba en los ingresos mayoristas para seguir creciendo, pero durante este curso, a la vista de sus resultados trimestrales hasta septiembre y a la espera de que llegue su banco móvil a España para diversificar ingresos, se observa cómo la cuenta de resultados no la salva por su rendimiento, sino por el de la compañía de Meinrad Spenger.

Dicho de otro modo, mientras que Orange sufre en el negocio residencial porque pierde ingresos de clientes móviles y fijos, lo compensa porque MásMóvil sigue arañando cuota de mercado al resto de rivales (tiene el 12,6% de líneas móviles y el 7,3% de líneas de banda ancha) con su posición de operador de bajo coste.

Consecuencia para Orange: sus ingresos mayoristas han aumentado en un 42% desde el primer trimestre de 2017, momento en el que el operador naranja hizo efectivo su acuerdo y empezó a anotar en sus cuentas cuánto ganaba por alquilar la red a otros operadores. Es la partida que más ha crecido porcentualmente frente al resto y supone ya casi uno de cada cinco euros que ingresa la compañía.

La compañía dirigida por Laurent Paillassot en España ha extendido su acuerdo con MásMóvil a servicios fijos y de fibra (renovó su contrato hasta 2022 el pasado año y lo amplió en este 2019) y se autodenomina como «líder en compartición de infraestructura de red» porque tiene acuerdos similares con compañías, como Euskaltel

La situación de Orange ha derivado por la caída de otros ingresos, como la venta de móviles y equipos, unos millones extra de los que Orange, al igual que el resto del sector, cada vez se beneficia menos por la llegada de nuevos distribuidores, como Mediamarkt o El Corte Inglés, que suponen una férrea competencia. La partida cayó a doble dígito hasta septiembre y suma dos trimestres consecutivos para el operador que es el que mejor se maneja en la venta de móviles (vende más que los tres operadores rivales juntos). 

Pese a todo, Orange anunció que sus previsiones de rentabilidad se mantienen intactas. Mantendrá su apuesta por el alto valor —los clientes convergentes siguen siendo su primera fuente de ingresos— y la automatización de sus procesos para recortar costes para así poder cerrar el año con un crecimiento del ebitda «a un dígito», según declaró Paillassot durante la rueda de prensa posterior a la presentación de resultados.

MásMóvil también se encomienda a Orange

MásMóvil, por su parte, también sabe de la importancia de su acuerdo con Orange. En sus folletos emitidos a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), en los que las compañías advierten de riesgos futuros para la evolución del negocio, señala entre las posibles turbulencias una hipotética ruptura de esta alianza.

Por el otro lado, la renovación de este contrato y la ampliación de las condiciones ha reportado éxito a la compañía. No solo por los efectos esperados, sino por su traducción en el mercado, que ha provocado que la cotización de MásMóvil se dispare, por ejemplo, en más de un 20% durante la sesión en la que trascendía el acuerdo. 

En otro plano, MásMóvil añadió que el acuerdo para seguir utilizando las redes de la compañía francesa, dejando de lado las posibilidades de seguir haciéndose fuerte, también supondrá un balón de oxígeno a su situación financiera. ¿Cómo la aliviará? Generando la suficiente caja para que  el endeudamiento se coloque en unas tres veces el ebitda en 2020 y en menos de 2,4 veces en 2021. No obstante, seguirá estando por encima de la media europea de compañías de telecomunicaciones actualmente. 

A la espera de Orange Bank

Con el objetivo de buscar nuevos ingresos, Orange tiene claro que antes de que termine el año lanzará su banco en España, Orange Bank. Es una apuesta estratégica para el grupo y el modelo ya funciona en Francia, donde en dos años ha ganado 300.000 clientes 

Lo abrirá a sus clientes «a finales de noviembre», será 100 % móvil y supondrá todo un hito en el mercado nacional, al ser el primer operador que pondrá en funcionamiento una entidad financiera que ponga a disposición de sus clientes la posibilidad de contratar cuentas corrientes, de ahorro y préstamos, entre otros productos.

Serán las tiendas propias de la marca las que ofrezcan este servicio, mientras que a principios de 2020 lo facilitarán el resto de tiendas Orange, franquiciadas, que tiene en España.

El servicio de banca se ofrecerá primero a los clientes de Orange, pero la idea es que en una segunda fase se abra a todos los ciudadanos. De esta forma, la compañía aumentará el ingreso medio por cliente y se anotará el de los nuevos que lleguen a la compañía.  

Cristian Reche

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