Reyal Urbis sigue inmersa en su liquidación controlada

Los activos cubrían hace un año el 74% de la deuda, pero ahora solo el 45% de los casi 3.400 millones que debe

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Reyal Urbis, la inmobiliaria presidida por Rafael Santamaría, ha enviado su foto trimestral a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) para comunicar que todo sigue igual. Va camino de dos años desde que fuera declarada en concurso de acreedores sin registrar novedad alguna, pendiente de que el juez resuelva las decenas de incidentes concursales presentados, y repitiendo la recurrente brutal sangría de pérdidas.

Hasta septiembre ascendían ya a casi 484 millones de euros, 126 más que hace un año. Números rojos determinados por las fuertes provisiones que debe acometer la empresa tras la periódica tasación de inmuebles que realiza la consultora Jones Lang Lasalle.

Deterioro imparable de los activos

En junio de 2013 el valor de los activos de Reyal Urbis era de 2.787 millones de euros, bajó a 2.095 en diciembre del año pasado, volvió a hacerlo hasta 1.629 millones en mayo de 2014 y es previsible que, en la nueva tasación prevista antes de que finalice el presente ejercicio, se sitúen en una horquilla de entre 1.300 y 1.400 millones, con un valor de mercado inferior a 1.000 millones.

Tasaciones a la baja para aproximar el valor de esos activos que quedan en el balance con los precios en que se han cerrado las últimas ventas. Operaciones obligadas por los bancos acreedores con la asunción de fuertes pérdidas.

Márgenes negativos de las rentas

De esta manera, los márgenes brutos negativos afloran no solo en viviendas y suelo. También en ventas de patrimonio y, por primera vez, en la gestión de los activos en renta, como consecuencia de las inversiones efectuadas en activos singulares, que han acarreado que los ingresos por rentas se hayan desplomado un 60%. Demasiado para cubrir los costes y la amortización de patrimonio.

Un bucle de difícil salida en el que está inmerso Reyal Urbis. Solo puede vender, por imposición de los acreedores, y, además, hacerlo a esos mismos con pérdidas sin que la deuda financiera neta se reduzca en exceso.

Los terrenos, por los suelos

Hace un año, en septiembre de 2013, contabilizaba activos por valor de 2.576 millones de euros y una deuda de 3.493 millones. Doce meses después, valen 1.000 millones menos y la deuda apenas ha menguado en 100 millones, con lo que los activos ya solo cubren el 45% de la deuda, 30 puntos porcentuales menos que hace un año.

En esa depreciación de activos, los terrenos se llevan la palma. La mayor parte de los casi 332 millones de euros registrados entre enero y septiembre como ‘variación provisiones de tráfico’ se corresponden con la cobertura de las minusvalías contabilizadas por los suelos, depreciados un 43% en un año, de 1.800 a 1.000 millones de euros. Los dos terrenos transferidos por Reyal Urbis hasta septiembre sirven para comprobar este deterioro. Fueron vendidos por casi 23 millones de euros, con unas pérdidas de 13 millones.

Condonaciones y varapalo financiero

Y, aunque sendas ventas supusieron una condonación de deuda por importe de 16,5 millones registrados como ingresos financieros, finalmente el balance financiero también se saldó con un resultado negativo neto de 97 millones de euros, un 61% más que hace un año. Severo varapalo que se explica por el reconocimiento de los intereses indemnizatorios, adicionales a los corrientes, que la sociedad está llevando a cabo tras su entrada en concurso voluntario de acreedores.

De cara a los próximos meses, la nueva tasación de Jones Lang Lasalle determinará el alcance de las provisiones que deberán aplicarse para cubrir los deterioros de los activos que vayan quedando en el balance.

Lo que resta por liquidar

Teniendo en cuenta que, hasta septiembre, el valor contable de los activos era de 1.543 y que los terrenos e inmuebles terminados –viviendas, plazas de garaje y locales comerciales– sumaban 1.140 millones, quedarían algo menos de 400 millones para contabilizar 142.089 metros cuadrados sobre rasante, repartidos en ocho hoteles, que suman 62.873 metros cuadrados, seis edificios de oficinas, un par de centros comerciales y varias naves industriales.

En el segmento de la promoción residencial, Reyal Urbis contabilizaba, hasta el pasado 30 de septiembre, ingresos de 14,8 millones de euros por venta de viviendas, mantenía algo más de 11 millones contabilizados en preventas comerciales y un stock de menos de 500 inmuebles (viviendas en su mayoría) valorados en 13,2 millones.

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