Sacyr firma acuerdo definitivo para terminar el Canal de Panamá

Las constructoras se comprometen a entregar la obra en diciembre de 2015. Será el fin de un tensa relación que comenzó con una adjudicación cuestionada

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El culebrón de Sacyr y las obras con retrasos y sobrecostes del Canal de Panamá está a punto de llegar a su fin. Las empresas constructoras, lideradas por Sacyr, se han comprometido a entregar las obras en diciembre de 2015.

La Autoridad del Canal de Panamá y el consorcio de empresas a cargo del proyecto han firmado un acuerdo definitivo con el que queda completamente despejado el camino para concluir los trabajos pendientes para terminar el tercer juego de esclusas.

Pero los acuerdos económicos aún deberán superar los principales escollos de la negociación. El consorcio de empresas ha aclarado que el acuerdo firmado con las autoridades del Canal de Panamá no incluyen las cantidades de los sobrecostes ni de los reclamos. Las constructoras aseguran que los sobrecostes ascienden a 1.600 millones de euros.

Cien millones cada uno

Para la reanudación de las obras, Sacyr y las empresas del consorcio tuvieron que aportar 100 millones de dólares (unos 74 millones de euros) mientras que la Autoridad del Canal de Panamá se comprometió a aportar la misma cantidad.

El principal obstáculo por superar será el desembolso de la aseguradora Zürich que deberá aportar 400 millones de dólares (unos 300 millones de euros) en concepto de liberalización de fianza. Para ello, los contratistas también deberán buscar financiación para aportar una cantidad similar.

Todo quedó en familia

Sacyr paralizó las obras del Canal de Panamá en enero por discrepancias con las autoridades del país por el pago de los sobrecostes. Fue la explosión de una tensa relación que había comenzado con una adjudicación conflictiva.

El exadministrador del Canal de Panamá que adjudicó a Sacyr la ampliación de la infraestructura, Alberto Alemán Zubieta, fue director general de la constructora panameña CUSA, asociada con Sacyr en el proyecto. Hoy dos primos y un cuñado viven gracias a ese contrato, tal como publicó este medio en enero.

La decisión de Alemán fue criticada por el propio presidente de Panamá, Ricardo Martinelli, que puso en tela de juicio la imparcialidad del entonces presidente del Canal. El vicepresidente de Panamá, Juan Carlos Varela, confesó a la embajadora estadounidense, Barbara Stephenson, que el consorcio español era «débil» y tendría «dificultades para acabar la obra».

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