Sombras en el concurso de Unipost

Los sindicatos piden la culpabilidad para los Raventós y sospechan de un préstamo participativo de 7 millones a otra empresa del grupo

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Los trabajadores de Unipost tienen dudas. La compañía de servicios postales de la familia Raventós se encuentra en pleno concurso de acreedores y los empleados dibujan sombras en el camino que ha llevado la empresa a la insolvencia. Así, solicitan la declaración de concurso culpable.

LA CULPABILIDAD DEL CONCURSO. Los sindicatos CCOO y CGT señalan a Pablo Raventós como el responsable de la caída de Unipost, con un pasivo de 50 millones de euros. Por ello, solicitan a la administración concursal, en manos de Jausas Legal, que culpabilice al ejecutivo catalán de la situación actual de la sociedad.

Las razones de la acusación: la falta de un cambio de rumbo en la empresa a pesar de acumular dificultades desde el año 2011. Varios ajustes laborales después y tras presentar un plan “inviable”, los trabajadores responsabilizan al ejecutivo.

Fuentes de Jausas declinan realizar comentarios. Sin embargo, Economía Digital ha podido saber que ya han solicitado una prórroga de dos meses para la formulación del informe. El despacho se justifica ante la plantilla por “la magnitud de las cuestiones a atender”.

EL ERE. Además, CGT impugnó la semana pasada el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectara a la totalidad de la plantilla. El sindicato lamenta que el despido de los 2.400 empleados de la compañía se haya aprobado antes de la emisión del veredicto del administrador concursal. “La demora podría provocar la liquidación inmediata y un grave perjuicio a los trabajadores”, contestaron.

De este modo, CCOO sospecha de la mano de un posible comprador, que no deberá asumir así los costes del recorte. Jausas niega tajantemente esta posibilidad. No obstante, la dirección de Unipost garantiza que el número de empleados que asuma cada interesado será clave para valorar el éxito de la oferta.

El aviso ya llega a los oídos de Correos. A pesar del silencio oficial, dos fuentes señalan a Economía Digital que el operador público está en conversaciones con el administrador concursal para hacerse con la unidad productiva. Un portavoz de la empresa “no confirma” los encuentros.

LOS FRANQUICIADOS. Unipost extendió sus redes por España tanto a través del negocio propio como de franquiciados. A la espera de un posible comprador, fuentes del concurso señalan que la deuda acarreada con ellos no podrá ser afrontada con las condiciones actuales.

LAS NÓMINAS. “Nos han dicho que hay dinero para pagar la nómina de octubre, pero las de noviembre y diciembre no están garantizadas”, lamentan desde Comisiones Obreras. El pago del próximo mes podría ser incluso fraccionado.

LOS CRÉDITOS ENTRE EMPRESAS DEL GRUPO. Los afiliados de CGT también alertan de los pagos entre empresas del grupo Unipost. Como avanzó este medio, dentro del pasivo del grupo figura un préstamo participativo de 7 millones de euros con USG, accionista de la firma postal.

“No consta ni la fecha de vencimiento de dicho crédito, se desconocen cuáles han sido los pagos y además carece de garantías”, lamentan.

LA FILIAL EN MADEIRA.  El mismo sindicato también pide información de la filial Patinage Consultadoria E-Marketing, radicada en Madeira, territorio que impone un impuesto sobre el beneficio de sólo el 5%. Quieren saber los socios que tienen más del 10% del capital y los administradores de la empresa.

Disuelta en diciembre de 2016, La sociedad portuguesa tenía unos activos de cinco millones de euros y no registraba actividad. Su única función era tener las acciones de Unipost y tenía un solo empleado. En los últimos tres años, a los que ha tenido acceso este medio, no pudo beneficiarse de la ventajosa fiscalidad de Madeira para los beneficios empresariales, ya que registró pérdidas.

Carles Huguet

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