Banco de España enfría el crecimiento de 2021 al 6%

El organismo supervisor empeora sus previsiones por mal arranque del año y augura un retraso en la llegada de los fondos europeos este año

achada del Banco de España, en Madrid. EFE/Chema Moya/Archivo

Fachada del Banco de España, en Madrid. EFE/Chema Moya/Archivo

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El peor arranque económico del año 2021 y el retraso previsto en los desembolsos de los fondos europeos explican el empeoramiento de las previsiones del Banco de España para la economía española, que enfría el crecimiento del PIB al 6% en su escenario central este año, ocho décimas menos que en diciembre y casi cuatro puntos menos que lo previsto por el Ejecutivo. 

Así se desprende del informe de proyecciones económicas elaborado y publicado este martes por el organismo supervisor, que achaca el empeoramiento de sus previsiones a la pérdida de fuerza de la recuperación a finales del año pasado, pese la “notable” mejora en diciembre, el peor inicio del año por la tercera ola y el retraso previsto en los fondos Next Generation UE. 

El organismo explica que el área del euro muestra una mayor debilidad que otras áreas por el Covid y en España la evolución de la actividad económica sigue estando igualmente “muy condicionada” por los desarrollos epidemiológicos, con fluctuaciones de actividad y empleo dentro de cada trimestre por los cambios en las medidas. 

Caída del 0,4% del PIB en el primer trimestre 

El director general de Economía y Estadísticas del organismo, Óscar Arce, ha indicado que la mejora de datos de la pandemia en diciembre permitió el cuarto trimestre de 2020 se cerrara con un “modesto” crecimiento intertrimestral (+0,4%), pero ve un comportamiento “bastante desfavorable” en el primer trimestre.

Sobre todo lo ve en servicios, por lo que el PIB podría haber retrocedido ligeramente ante el empeoramiento de los indicadores de consumo y empleo, aunque ha destacado el tono “más positivo” en marzo por la reducción de los contagios y el levantamiento parcial de las medidas, por lo que podría haber alguna ”sorpresa”. 

El escenario central del Banco de España prevé una caída intertrimestral del 0,4% respecto al último trimestre de 2020, si bien el escenario suave plantea la posibilidad de un ligero crecimiento de hasta el 0,4%, mientras que en el severo el PIB se retrotraería hasta un 0,9%. En el segundo trimestre el crecimiento será positivo. 

A corto plazo, sostiene que la posibilidad de que surjan nuevos brotes de la enfermedad seguirá condicionando la evolución económica, si bien cree que la actividad debería repuntar “con fuerza” a partir de la segunda mitad del año a medida que se avanza en la vacunación, el levantamiento de restricciones y la reducción de incertidumbre. 

Los niveles preCovid no se alcanzarán hasta 2023 

El organismo vuelve a establecer tres escenarios (suave, central y severo) en función básicamente de la evolución de la pandemia, bajo el supuesto de que una amplia mayoría de la población estaría inmunizada a finales de este año y sin incluir el impacto positivo del nuevo paquete de ayudas públicas de 11.000 millones de euros ni los últimos acontecimientos políticos. 

En 2021 el crecimiento del PIB alcanzaría, en los escenarios suave, central y severo, tasas medias del 7,5%, el 6% y el 3,2%, respectivamente, frente a las tasas del 8,6%, el 6,8% y el 4,2% que estimaba en diciembre.  

El crecimiento del 6% se sitúa por debajo del 7,2% que calcula el Gobierno (9,8% con fondos europeos) y se explica por el peor arranque del año (5 décimas) y el retraso de fondos europeos respecto a lo previsto (3 décimas). En el escenario suave, el nivel de actividad previo a la pandemia se alcanzaría a principios de 2022, lo que en el escenario central sucedería algo más de un año después y, en el severo, más allá de finales de 2023. 

No obstante, marca como riesgos al alza el impacto del “útil” paquete de ayudas española al disminuir los problemas de solvencia en el sector privado y augura unas décimas de contribución al PIB español este año y en 2022 por el paquete fiscal de EEUU, que movilizará 14 puntos de PIB americano. 

Para 2022 empeora los pronósticos en el escenario central y severo. Prevé en el escenario suave un avance del 5,5%, en el central un 5,3% y en el severo un 4,6%, frente a las tasas del 4,8%, 4,2% y 3,9% que pronosticaba tres meses atrás.  

Ya en 2023, conforme a los distintos escenarios, estima unos avances del PIB del 1,6%, 1,7% y 2,2%, algo peor respecto al as tasas del 1,9%, 1,7% y 1,5% pronosticado en diciembre. En todo caso, Arce ha indicado que el crecimiento será superior al crecimiento potencial en 2023. 

Incertidumbre: ahorro embalsado, fondos UE y turismo 

Arce ha indicado que los elementos de incertidumbre para el primer semestre pasan por la evolución de la pandemia y la vacunación a corto plazo, las restricciones y el grado de adaptación de los agentes, y en el horizonte el retraso en la aplicación del programa Next Generation UE.

Ahora el organismo asume un retraso de un trimestre en los gastos de inversión financiados por el programa, por lo que en 2021 se incorpora el 100% de los gastos corrientes y el 55% de los gastos de inversión anunciados por el Gobierno, en lugar del 70% de ejecución previsto en diciembre. 

Por ello, de la aportación de 1,3 puntos previstos inicialmente gracias a los fondos europeos para este año, traslada tres décimas a 2022, algo que Arce cree que no tiene por qué ser negativo si sirve para seleccionar proyectos de inversión y reformas con más potencial. En el conjunto del horizonte prevé un 80% de transferencias totales disponibles. 

A ello se suma la incertidumbre sobre  el comportamiento del consumo privado ante el desembalsamiento del ahorro privado. Con todo, prevé un alza del consumo privado del 8,8% este año. Influirá también la recuperación del turismo internacional, que podrían recuperarse hasta un 80% en el escenario más optimista este año, frente a algo más del 50% en el escenario central y apenas un 15% en el peor escenario.  

Mejora estimación de paro pero empeora déficit y deuda 

A pesar del empeoramiento general de las previsiones económicas, el Banco de España ha mejorado ligeramente su pronóstico respecto a la evolución del paro conforme a la recuperación típica por el patrón contracíclico por el que cuando se cae económicamente mejora la productividad. 
 
Aunque el paro será superior al de 2020 (15,5%), el Banco de España prevé una menor tasa de paro de la que auguraba en diciembre, al calcular, según los distintos escenarios y sin incluir a los afectados por ERTE, una tasa del 15,9% (escenario suave), el 17% (central) y el 18,3% (severo). En 2022 bajaría al 13,9%, 15,1% y 17,2% en cada escenario, y en 2023 disminuiría al 12,8%, 14,1% o 15,1%, respectivamente. 

Por el contrario, empeora sus pronósticos sobre el déficit público, con un escenario central que apunta a un desajuste del 7,7% del PIB este año (dos décimas más que lo previsto por el Gobierno), el 4,8% en 2022 y el 4,4% en 2023. En el mejor de los contextos el déficit sería del 6,8%, el 3,9% y el 3,4% en cada ejercicio, y en el severo se elevaría al 9,1%, el 6,5% y el 5,8%, respectivamente. 

También empeora el pronóstico sobre la deuda pública, al augurar una ratio de deuda sobre PIB de entre el 115,4% y el 122,6% este año, entre el 112,7% y el 123,6% el próximo y que permanezca aún entre el 112,8% y el 125,5% del PIB en 2023.  Lo más probable es que cierre este año en el 117,9% del PIB este año, baje al 116,4% en 2022 y repunte al 117,6% en 2023. 

En cualquier caso, cree que por ahora no es previsible una crisis de deuda pública, pero Arce ha pedido pensar ya en un plan de consolidación fiscal, ya que cree que la mayor incidencia de la crisis del Covid se debió al escaso margen fiscal de España, que precisará para futuras crisis. 

Por último, prevé un alza del IPC dos veces mayor que en diciembre, alcanzando el 1,4% este año, para bajar al 0,8% en 2022 y volver a subir al 1,2% en 2022. 

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