Bruselas tumba la propuesta de España para hacer compras conjuntas de gas en picos del mercado

La Comisión Europea únicamente permitirá hacer compras estratégicas conjuntas cuando esté en riesgo el suministro, pero no en momentos de precios elevados como el actual

El vicepresidente de la Comisión Europea encargado del Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans, presenta, la nueva directiva comunitaria sobre el gas en Bruseñas. EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

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La Comisión Europea ha tumbado la propuesta de España para realizar compras de gas conjuntas de manera automatizada en el bloque comunitario en momentos de fuertes escaladas de precio como el actual. Bruselas solo ha dado luz verde para que este mecanismo se utilice en situaciones de emergencia en las que esté amenazado el suministro.

La decisión supone un nuevo varapalo en materia energética para el Gobierno de Pedro Sánchez, que ya se ha enfrentado a las posiciones inmovilistas de países como Alemania cuando ha trasladado sus iniciativas para intervenir en el sistema de precios de la luz que se utiliza en los 27 estados miembro de la Unión.

El nuevo paquete de medidas legislativas que ha acordado la Comisión Europea permitirá por lo tanto solo cumplir en una parte la propuesta de España. Y además obligará a los estados miembro a realizar una notificación previamente con el volumen de gas que necesita adquirir, la duración de la medida o las condiciones para activarlo en «una situación de emergencia».

«El gas almacenado como parte de un stock estratégico se enviará solo cuando sea necesario para mantener el sistema en funcionamiento de forma segura», reza el artículo 67 de la nueva directiva europea.

Bruselas fija el final del negocio del gas fósil para 2049

Más allá de la decisión de limitar solo las compras conjuntas a fases de escasez, la Comisión Europea sí que ha advertido en su nueva hoja de ruta sobre la necesidad de adoptar un punto de vista más estratégico con las reservas de gas del viejo continente, que se han convertido en el gran hándicap de los países durante la crisis energética que arrancó en verano.

Una parte de esa estrategia pivotará también en el objetivo de sustituir paulatinamente este tipo de combustible por alternativas de gases limpios. La meta pasa por lograr que no haya ya ningún contrato a largo plazo para comercializar el gas natural fósil más allá del año 2049. Algunas compañías como Endesa han adelantado ese objetivo a 2040.

«Europa necesita pasar la página de los combustibles fósiles y pasar a fuentes de energía más limpias. Esto incluye reemplazar el gas fósil con gases renovables y bajos en carbono, como el hidrógeno», ha explicado el vicepresidente ejecutivo del Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans.

La meta a largo plazo fijada por Bruselas pasa por conseguir desarrollar un mercado del hidrógeno competitivo que convierta a la región en líder en materia medioambiental. Y, de paso, limite la dependencia de mercados del extranjero como Argelia o Rusia que son los grandes proveedores de gas de Europa.

Su batería de propuestas legislativas va a acompañada de otras iniciativas más restrictivas, como la limitación de las emisiones de metanos procedentes del gas, el petróleo y el carbón en un 80% de aquí al año 2030.

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