Caixabank siembra el terreno para ganar 2.700 millones

Caixabank prevé llegar a un beneficio de 2.700 millones en 2021 gracias a una mejora de la actividad con menos costes y más rentabilidad

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El futuro de Caixabank es continuista pero ambicioso. Gracias al crecimiento de los últimos años, orgánico y sobre todo inorgánico, el banco proyecta un gran crecimiento de los resultados, que si bien no ha especificado, teniendo en cuenta las cifras que ha dado, los analistas los sitúan en 2.700 millones en 2021.

Caixabank ha presentado este martes en Londres el Plan Estratégico 2019-2021, que gira entorno a cinco ejes. El más importante de ellos es mayor rentabilidad, puesto que incluye en sí otros ejes: poner al cliente en el centro, con las oficinas store, y mayor digitalización.

La previsión es que los ingresos core crezcan un 5% anual con una mayor eficiencia. Es decir que los ingresos suban más que los gastos. Esta es la base, gracias a un esperado crecimiento del número de clientes, para la mejora del resultado neto. Pero nace de un plan ya iniciado en los últimos años, y que se basa en el nuevo modelo de oficinas.

Caixabank crecerá en ingresos y rentabilidad gracias a menos oficinas pero más grandes

Caixabank cerrará más de 800 oficinas en los próximos tres años, pasando de 4.461 a menos de 3.640. Todos los cierres serán urbanos, y de oficinas convencionales, ya que las nuevas store seguirán creciendo y se multiplicarán por dos, pasando de 285 a 600. El objetivo es doble: por un lado ahorro y por el otro un servicio personalizado que atraiga nuevos clientes.

Esta reducción de oficinas, el 18% de la red, irá acompañada de una reducción de plantilla que Jordi Gual y Gonzalo Gortázar, presidente y consejero delegado del banco respectivamente, han evitado cifrar. Gortázar ha dicho, no obstante, que será muy inferior proporcionalmente, porque las store necesitan más personal que las oficinas tradicionales. Tampoco se acercará a las salidas de los últimos años, ya que hubo adquisiciones que ahora no se producirán.

Sobre esta base, Caixabank prevé un crecimiento anual del 5% de sus ingresos, por solo el 3% de los gastos recurrentes. Esta mejora de la rentabilidad se traducirá en un beneficio de 2.700 millones en 2021, según la previsión de los analistas ofrecida por Bloomberg. El banco ha evitado dar la cifra pero no desmiente los análisis.

Caixabank mantendrá Telefónica

Otra fuente de beneficios es la aportación de las participadas. Tras anunciar la desinversión de Repsol, persistía la duda de lo que pasaría con ERSTE y, sobre todo, Telefónica, ya que se trata de una inversión en la cartera industrial, que Caixabank ha ido reduciendo en los últimos años.

Jordi Gual ha asegurado que seguirán en la órbita de Caixabank: “Telefónica y ERSTE son dos entidades en las que estamos muy cómodos, son grandes empresas con sinergias con nuestra actividad”. Así, seguirán generando dividendos que contribuirán al resultado del banco.

Los grandes beneficiados de esta mejora serán la Fundación Bancaria La Caixa y su obra social, de 520 millones de euros anuales. Caixabank se ha comprometido a dar un pay out de más del 50%, hasta un techo del 60%. Así, en 2021 La Caixa, propietaria del 40% de Caixabank, cobraría más de 600 millones de euros de dividendo.

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