Cataluña se queda como la única comunidad que no ofrece deducciones en IRPF por gastos educativos

Madrid, Valencia, Canarias o Baleares permiten descontarse gastos en libros de texto, guarderías o cuidado a menores, entre otros

El conseller de Economía, Jaume Giró (i), junto al de Educación, Josep González-Cambray (d). EFE/Marta Pérez

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La Generalitat está obsesionada con la educación solo cuando se arremanga para evitar la aplicación de una sentencia donde se permite que el castellano también pueda ser vehicular en la enseñanza. Mientras el Govern pugna por desobedecer a la ley, olvida que para la campaña del ejercicio de 2020 fue la única CCAA que no permitió deducirse el IRPF por gastos educativos.

Canarias, Andalucía, Aragón, Madrid o la Comunidad Valenciana tienen en sus deducciones del IRPF autonómico varios conceptos relacionados con los gastos que generan los más pequeños, sobre todo en el ámbito educativo. No todos son iguales, ni equivalentes entre sí. Mientras unos gobiernos inciden en libros de texto, otros lo hacen con guarderías o canguros.

Según los datos de Hacienda para la campaña del ejercicio de 2020, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso contó con deducciones por «gastos educativos», mientras que el de Ximo Puig permitió hacerlo con las «cantidades destinadas a la adquisición de material escolar». En el caso de Asturias, se contemplaron los «gastos de descendientes en centros de cero a tres años».

Propuesta rechazada en el Parlament

Baleares contó con deducciones por «gastos de adquisición de libros de texto», así como para el «aprendizaje extraescolar de idiomas extranjeros» o para «cursar estudios de educación superior fuera de la isla de residencia habitual». Galicia dispuso con deducciones por «acogimiento de menores» y por «gastos de adquisición de libros de texto».

Sobre esta cuestión, se presentó en el Parlament una moción presentada por Vox: «Todas las regiones, excepto Cataluña, incluyen deducciones autonómicas en el IRPF por gastos educativos, guarderías o centros de educación infantil que asumen los contribuyentes con hijos menores de tres años».

«Hay que hacer un pequeño matiz con Andalucía, porque no tiene gastos educativos o de guardería en sí mismos pero sí que cuenta con gastos por ayuda doméstica, donde se incluiría, por ejemplo, un canguro», matiza el portavoz del partido en el Parlament, Antonio Gallego, impulsor de este texto apoyado tan solo por Cs y PP.

IRPF por comunidades autónomas

La regulación del IRPF en cada comunidad autónoma guarda grandes diferencias entre cada una de ellas. Esta desigualdad ha creado grandes disparidades tanto en los tipos impositivos -de 3,5 puntos porcentuales para las rentas más bajas y hasta 9 para las más altas– como en los tramos de ingresos a los que se aplican, que en unas son solo cinco y en otras 10.

Si a esto se le suma las diferencias de renta en cada territorio, hacen que la recaudación media por habitante por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas -una vez sumado el tramo estatal- sea también notablemente distinta y que la más alta, los 3.280 euros de Madrid, más que triplique la más baja, los 1.003 euros de Extremadura.

Madrid compartía con Canarias y La Rioja el tipo mínimo más bajo en el 9% -hablando siempre del tramo autonómico de las comunidades de régimen común-, aunque tras su rebaja del IRPF se quedó sola con el 8,5%, 3,5 puntos porcentuales por debajo de Cataluña, que tiene el más alto con un 12%.

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Sergi Ill

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