Cepyme carga contra el aumento del SMI: “afecta a las pequeñas y medianas empresas”

La patronal de las pymes alerta que los costes empresariales durante el gobierno de Pedro Sánchez han subido casi el 20% en dos años mientras las ventas han caído

El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva. EFE/ J.J. Guillen

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La confederación de las pequeñas y medianas empresas, Cepyme, ha protestado contra las subidas del Salario Mínimo Interprofesional, pero no solo la que se está negociando entre el Gobierno, los sindicatos y las patronales, sino de todas las que se han ejecutado desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa.

En el informe Repercusión de la subida del SMI en la pyme española, publicado este miércoles, Cepyme considera que el aumento del salario mínimo «afecta especialmente a las pequeñas y medianas empresas», en tanto que calculan que, en estas compañías, el salario mínimo neto representa el 70 % del salario medio.

Más costes, menos ventas

Cepyme denuncia que los incrementos del SMI de los últimos años se han llevado a cabo al tiempo que el resto de costes de las empresas han aumentado «significativamente» -según calculan, un 19,3 % en los dos últimos años-, mientras que “las ventas se han desacelerado” y la productividad ha retrocedido.

La patronal puntualiza que la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) de un 5% implicaría que el coste salarial mínimo efectivo para el empleador, se incrementara hasta los 1.990 euros por empleado al mes, teniendo en cuenta todos los costes y las vacaciones.

Para Cepyme, los aumentos del salario mínimo responde a criterios populistas

Fuentes empresariales señalan que las últimas subidas del SMI de los gobiernos del PSOE -primero en solitario y después en coalición con Unidas Podemos y Sumarresponden a criterios «populistas» y «demagogos» y tienen una visión «cortoplacista».

Cepyme critica cómo se calcula el SMI

Esas fuentes añaden que, en lugar de situar el SMI en función de la situación económica, se ha buscado el «titular» y el salario «que se desea», lo que consideran una «intervención» del Estado en la economía.

Así, indican que el salario mínimo no puede determinarse como la mínima renta para vivir y que, en el caso de que efectivamente no sirva para garantizar unos ingresos que posibiliten unas condiciones de vida mínimas, debe ser el Estado el que se encarga de abonar la diferencia entre el salario mínimo y «lo que necesitas para vivir».

Freno a la creación de empleo

De acuerdo con los cálculos de Cepyme, las últimas subidas del SMI han impedido la creación de unos 163.000 empleos elementales, ya que desde 2018 los ocupados en tareas elementales «crecieron una tercera parte que el resto de los ocupados».

Además, lamentan que en determinadas provincias y sectores el SMI actual se sitúa por encima del 60 % del salario medio -el horizonte para Gobierno y sindicatos a la hora de negociar su subida y una magnitud que Cepyme no comparte-, situación que se vería reforzada con la nueva alza del SMI.

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