La solvencia del posible comprador de Air Comet, en entredicho
La posible venta de Air Comet al grupo norteamericano Air Transport Group, propiedad del empresario holandés y norteamericano Arnold Leonora, ha aumentado aún más la confusión de la plantilla de la aerolínea propiedad del presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán. Al impago de las nóminas de los últimos seis meses, motivo por el cual hay una huelga en marcha desde el 1 de diciembre, los trabajadores tienen que hacer frente ahora a la incertidumbre de un cambio en la propiedad.
Los trabajadores están desconcertados ante esta operación publicada hoy en varios medios de comunicación. Y no sólo porque ningún representante de la compañía les haya comunicado nada oficialmente sino porque parece que, el 30 de noviembre, en una reunión con el comité de empresa, el propio Díaz Ferrán parece que puso en duda la capacidad de Leonora para hacerse con el mando de la empresa. “No es financieramente capaz”, afirman algunas fuentes sindicales que dijo Díaz Ferrán, dando a entender que descartaba al empresario holandés como comprador de Air Comet.
Pero, lo que el jueves por la noche no eran más que rumores para los empleados de la aerolínea del Grupo Marsans, se ha traducido este viernes por la mañana en una noticia prácticamente hecha, para su sorpresa, ya que no esperaban este desenlace.
Un desenlace por el que, según informa Expansión, Díaz Ferrán habría vendido Air Comet a Leonora por un precio simbólico, y más teniendo en cuenta que el grupo norteamericano tendría que inyectar mucha liquidez a la compañía para saldar una abultada deuda de 100 millones, contraída no sólo con sus trabajadores, sino también con Hacienda, la Seguridad Social y sus proveedores, entre ellos Spanair, que reclama a Air Comet 700.000 euros en virtud de un acuerdo de colaboración.
La operación tendría que cerrarse una vez se haya presentado la auditoría de Air Comet. Pero parece que las cosas irán deprisa, entre otras cosas porque ya se conocen los primeros planes de Arnold Leonora. El empresario pretende crear una nueva sociedad con sede en los Países Bajos que poseerá el 55% del capital de la aerolínea, condición innegociable para que pueda mantener los derechos de vuelo a América Latina.