S&P rebaja la nota del fondo de rescate europeo

Standard & Poor’s (S&P) ha rebajado este lunes en un escalón el rating del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF). El mecanismo de rescate estaba valorado con AAA, la máxima calificación posible, y recula hasta AA . Una decisión que llega después de que el pasado viernes la agencia retirara la máxima calificación a Francia y Austria, dos de los países que más aportan a los fondos.

En un comunicado, la agencia informa de que la perspectiva del rating está “en desarrollo”, por lo que podría recuperar la triple A. Por ello, se tendrían que ponen en marcha mejoras crediticias adicionales. Otras voces también consideran que S&P recortará de nuevo la nota si considera que la solvencia de los miembros del fondo se puede reducir en los próximos dos años.

Tras conocerse la decisión, los portavoces del FEEF han recordado en un comunicado que las agencias Moody’s y Fitch aún mantienen la máxima calificación. Asimismo, han defendido que la rebaja no reducirá su capacidad de préstamo de 440.000 millones de euros.

Draghi pide una ampliación

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, ha pedido ampliar el fondo con el objetivo de que pueda recapitalizar bancos de países con problemas que no están sujetos a planes de asistencia financiera, en referencia a España e Italia. “Necesitamos restaurar la confianza en la deuda soberana y garantizar que los cortafuegos de la UE están operativos y bien equipados con un mandato eficaz y flexible”, ha dicho Draghi en una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos de la Eurocámara.

“Nos encontramos en una situación muy grave y no hay que ocultar este hecho». Según su valoración, la crisis de deuda «ha empeorado» en las últimas semanas. “La sostenibilidad de algunas deudas soberanas y la resistencia del sistema financiero, sumadas a malas perspectivas de crecimiento, han llevado a graves turbulencias en el funcionamiento normal de los mercados financieros y la economía real”.

En este sentido, ha criticado la lentitud en la que los líderes europeos aplican las medidas que acordaron en el pacto fiscal. Avisa de que la recapitalización de la banca europea no debe realizarse a costa de una restricción del crédito. «Hay que prestar atención para evitar un proceso de desendeudamiento desordenado o excesivo».