Sumar se distancia de la estrategia de Sánchez para el hidrógeno verde: no quiere ser “colonia energética”

Carlos Martín teme que la apuesta por el hidrógeno verde convierta a España en un simple proveedor de energía sin atraer inversiones industriales significativas

Hidrógeno verde

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La apuesta de Sánchez por posicionar a España como una de las principales potencias productoras de hidrógeno verde ha generado inquietud entre sus socios de gobierno. Sumar ha expresado su preocupación, señalando el riesgo de que España se convierta en una «colonia energética» del centro de Europa, exportando energía barata sin atraer inversión industrial significativa.

«Nos preocupa la posibilidad de que nos convirtamos en una colonia energética, es decir, que seamos los rusos del sur», ha advertido Carlos Martín, portavoz económico de Sumar. Martín, quien fue fichado como referente económico de Sumar en el Congreso, ha expresado su temor de que el esfuerzo de España en la transición ecológica solo resulte en la producción de energía barata para exportar al centro de Europa.

«Lo ideal sería que si quieren energía barata, segura y limpia pongan aquí la fábrica de Volvo, de Volkswagen y demás. Que esa transición nos convierta en un polo de atracción de inversiones extranjeras y se ubique aquí planta industrial con empleo de calidad», ha explicado.

22.000 millones en proyectos de hidrógeno verde

A pesar de la inversión masiva de 21.900 millones de euros prevista hasta 2030 en más de cien proyectos de hidrógeno verde liderados por empresas como Cepsa, Repsol, Iberdrola y otras, Sumar insiste en que lo ideal sería atraer inversiones extranjeras y establecer plantas industriales en España, generando empleo de calidad.

El plan consiste en la construcción de dos plantas en los parques energéticos de Palos de la Frontera (Huelva) y San Roque (Campo de Gibraltar, Cádiz), que entrarán en funcionamiento en 2026 y 2027, respectivamente. Estas instalaciones se proponen producir hasta 300.000 toneladas de hidrógeno verde al año.

El proyecto más destacado, el Valle Andaluz del Hidrógeno Verde, liderado por Cepsa, que prevé una inversión de 3.000 millones de euros y la creación de mil empleos directos y 10.000 indirectos. Sin embargo, las preocupaciones de Sumar giran en torno a la exportación de hidrógeno producido en este proyecto a Róterdam, alimentando la inquietud sobre la dependencia energética.

En un paso más hacia la transición hacia energías más sostenibles, España se posiciona como líder en el suministro de hidrógeno verde con el proyecto H2Med. Se trata de un corredor submarino que conectará la península ibérica con Francia y Alemania, se prevé que esté en pleno funcionamiento para el año 2030.

La infraestructura submarina permitirá transportar alrededor de 2 millones de toneladas de hidrógeno verde anualmente desde España hasta la potente industria alemana.

El hidrógeno español despierta interés en Europa

Todos estos proyectos reflejan el papel de España como suministrador energético de las grandes regiones industriales del centro de Europa, lo que ha generado preocupaciones sobre la posibilidad de que España termine siendo una mera proveedora de energía sin atraer industrias intensivas en hidrógeno.

Desde Sumar, Carlos Martín compara la situación actual con la burbuja inmobiliaria de finales del mandato de José Luis Rodríguez-Zapatero, expresando su preocupación sobre la posibilidad de que España, una vez más, pierda la oportunidad de subirse al «tren del progreso». Advierte sobre la existencia de intereses contrapuestos que podrían generar conflictos en el camino hacia la consolidación de la posición de España en la producción y exportación de hidrógeno verde.

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