Abertis: cumbre con los sindicatos para negociar los recortes

Los sindicatos fuerzan una reunión con la dirección Abertis para pedir explicaciones respecto del fin de la concesión de Aumar y sus consecuencias

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Las oficinas de Abertis en Barcelona, tanto las que albergan los servicios corporativos como las de autopistas, son ahora mismo un polvorín. La incertidumbre que genera el fin de las concesiones en España, con un primer capítulo en diciembre con Aumar, junto con el aterrizaje de los nuevos accionistas, ha sumido a la plantilla en una situación de interinidad que se incrementa por momentos, con rumores que hablan de un ERE e incluso de una purga.

Esta situación ha terminado forzando un encuentro entre la dirección de la compañía y los representantes de la plantilla. En realidad, han sido estos últimos los que han forzado a Abertis a sentarse para pedirles explicaciones acerca del fin de la concesión de Aumar, que no les han confirmado pese a las múltiples evidencias, y analizar las consecuencias que ello podría tener, sin descartarse un ERE que fuentes cercanas a la compañía admiten como inevitable.

El comité de empresa de Autopistas, una de las grandes patas de la compañía controlada por Atlantia, ACS y Hochtief, ha denunciado el convenio colectivo para obligar a la empresa a reunirse con ellos. La denuncia del convenio es una práctica habitual cuando éste está a punto de terminarse para que la empresa inicie las negociaciones del nuevo convenio.

Los sindicatos de Abertis denuncian el convenio para obligar a la compañía a explicar los recortes

Fuentes de CCOO explicaron que, aunque el convenio suele denunciarse tres meses antes de que el anterior venza, en esta ocasión lo han hecho con seis meses de antelación para lograr una reunión con Abertis en la que la compañía explique a los representantes de su plantilla la situación de la empresa a partir del 1 de enero de 2020.

Según dicho sindicato, Abertis les ha sometido a un apagón informativo en relación al fin de la concesión de Aumar, que se ocupa de dos tramos de la AP-7 y uno de la AP-4, con el argumento de que el Ministerio de Fomento no les ha comunicado todavía lo que pasará. La realidad es que a nivel técnico, el ministerio y la empresa están en permanente contacto y trabajan en la reversión del contrato, como adelantó Economía Digital. Para terminar de enrarecer la situación, Abertis ha despedido a cinco trabajadores esta misma semana, aunque no del área de autopistas.

Desde la empresa explican que todavía están analizando la situación y viendo cómo afectará a la plantilla. El impacto será mayor o menor en función de cuántos empleados de los 300 de Aumar pueden subrogarse, algo que se está hablando con el ministerio, y de si Abertis decidiera optar al contrato de mantenimiento que previsiblemente el Gobierno licitará para los tramos que actualmente gestiona Aumar. No puede descartarse nada.

Abertis y los sindicatos se citan el 23 de julio

Representantes de la empresa y de los sindicatos se reunirán por primera vez tras la denuncia del convenio el próximo martes 23 de julio. A priori el encuentro es para hablar del próximo convenio, pero no se concibe una reunión sobre ello sin abordar antes la problemática más inmediata de la empresa que dirige José Aljaro. Por ello, el comité de empresa utilizará la reunión para pedir explicaciones y lanzar sus propuestas.

Por parte de Abertis, reiteran que están analizando todavía las medidas a tomar. Oficialmente no lo admiten pero fuentes cercanas a la alta dirección sí que vislumbran un ERE para la plantilla de Aumar que no pueda ser subrogada —que siga trabajando para la nueva empresa que se ocupe del servicio a partir del 1 de enero de 2020—. No hay espacio para ella, según la empresa, que además está buscando fórmulas de aligerar su estructura.

Los sindicatos también saben que el expediente de regulación de empleo es prácticamente inevitable, por lo que harán una propuesta a la concesionaria. CCOO pide una solución que no se circunscriba al ámbito de Aumar sino que sea global, de todo el grupo Abertis, con medidas que incentiven la voluntariedad y la movilidad.

Por ejemplo, una oferta de prejubilaciones y bajas voluntarias, de manera que la plantilla de mayor edad, o la que quiera dejar el grupo, tenga un aliciente para hacerlo, mientras por otro lado sigan los que quieran seguir. Esta medida sería para el grupo en toda España, de manera que exigiría un plan de movilidad para que los empleados actuales de Aumar que quisieran continuar en Abertis pudieran hacerlo en concesiones de otras provincias.

CCOO propone una solución a nivel de grupo Abertis para evitar el ERE en Aumar tras la pérdida de la concesión

Esta solución podría evitar los despidos forzosos ahora, pero quizá no dentro de un año y medio, cuando vencen las concesiones de Acesa, la filial más importante de Abertis en España. Fuentes de la compañía dudan de que se pueda incentivar la movilidad si en verano de 2021 pueden estar ante una tesitura incluso peor que la actual.

Desde CCOO ven más falta de voluntad que de viabilidad. La opción de bajas voluntarias y prejubilaciones es la más cara posible, y creen que Abertis está buscando justo lo contrario, la fórmula más económica. De hecho, denuncian que la empresa ha cambiado las funciones a algunos empleados de las autopistas, moviendo empleados de mayor edad y sueldo de las cabinas de cobro de peajes a mantenimiento para subrogarlos y ahorrarse sus indemnizaciones, más altas que los de empleados más jóvenes.

Para acabar de enredar la situación, fuentes sindicales explicaron que este mismo jueves, Abertis despidió a cinco empleados de sus oficinas centrales corporativas, situadas en el barrio de Pedralbes de Barcelona. Estas salidas no tienen que ver con las concesiones porque son de oficinas, su despido responde a la voluntad de aligerar estructura, pero echan más leña al fuego del nerviosismo de la plantilla de Abertis.

La estrategia de Atlantia y ACS en Abertis

La empresa italiana Atlantia y la constructora de Florentino Pérez, ACS, junto con su filial alemana Hochtief, compraron Abertis el año pasado tras una guerra de opas que terminó en pacto. El encaje de ambas empresas, cada una con sus cultura interna propia, no fue sencillo, pero han terminado poniéndose de acuerdo en lo básico: exprimir la compañía para tener retorno cuanto antes.

Ese pacto de mínimos se ha visualizado en los grandes dividendos que se han repartido, incluido uno extraordinario de 10.000 millones de euros, a costa de endeudar Abertis. Además, han traspasado la deuda que contrajeron para la compra de la concesionaria a la propia empresa, que ahora tiene un pasivo de más de 15.000 millones de euros.

Esta endeudamiento tan alto deja Abertis con muy poco margen de maniobra para encarar las nuevas inversiones internacionales que Florentino Pérez y Giovanni Castellucci (CEO de Atlantia) prometieron. En lugar de ello, la empresa está recortando en España aprovechando el fin de las concesiones de Aumar en enero de 2020 y Acesa en agosto de 2021.

Xavier Alegret

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