La CEOE reacciona a la polémica de Mercadona una semana después
La patronal señala que los "ataques" de miembros del Gobierno contra las empresas se han intensificado "curiosamente" en el inicio del año electoral
El presidente de la CEOE, Antonio Garamendi. EFE/Villar López
El pasado sábado, la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, lanzó un ataque contra la cadena de supermercados valenciana Mercadona y contra su propietario, Juan Roig, al cual llamó «capitalista despiadado» acusándole de «estar haciéndose de oro a costa de la crisis económica derivada de la guerra de Ucrania».
Durante esta semana hemos asistido a la defensa de Roig por parte de otros empresarios, como Vicente Boluda, presidente de la Asociación Valenciana de Empresarios, que aseguró que «o todos los capitalistas somos despiadados o no somos ninguno». Pero no ha sido hasta este viernes, una semana después, cuando se ha pronunciado la patronal de los empresarios presidida por Antonio Garamendi.
En un comunicado, la CEOE condena ahora y «lamenta profundamente la injusta estrategia de desprestigio y descalificación que están sufriendo las empresarias y empresarios españoles», la cual, se ha intensificado «curiosamente en este inicio de año electoral». La patronal considera un «grave error» dirigir la atención de la opinión pública hacia los empresarios, «culpabilizándoles de determinados problemas económicos, en lo que consideramos es una estrategia peligrosísima de claro corte populista«.
Declaraciones «incompatibles» con un cargo público
La CEOE interpreta además que cada uno de los «ataques» de «algunos actores políticos e, incluso, de miembros del Gobierno» cuestionando el papel del empresariado se extienden «contra toda la iniciativa privada», autónomos, comerciantes, agricultores y pequeñas y medianas empresas, y no solo a las grandes empresas ni a los grandes empresarios señalados en las declaraciones de Belarra.
Incluso llegan a citar el artículo 38 de la Constitución, en el cual se reconoce la libertad de empresa «en el marco de la economía de mercado» y la protección que deben aportar los poderes públicos. «Es incompatible el desconocimiento de estos mínimos principios con el ejercicio de un cargo en un poder del Estado», reprochan.
En línea con el discurso habitual de los empresarios, la CEOE defiende en el texto que «las empresas son el motor de la economía» y cifran que están «detrás de ocho de cada diez empleos». Aseguran además que están haciendo un esfuerzo por no repercutir «en su totalidad en los precios finales» los costes de la inflación y que, para sostener el empleo, «es preciso que las empresas sean competitivas».
