DIA asusta a los inversores: no ven claro su futuro

DIA se deja otro 6,55% en bolsa y baja por primera vez de los 2 euros por acción por la desconfianza de los inversores respecto a su futuro

En la imagen, Ricardo Currás, exconsejero delegado de DIA.

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DIA asusta a los inversores. Su futuro incierto, y un plan estratégico en el horizonte que auguran poco o nada ambicioso, han provocado que la cadena de supermercados vuelva a encabezar la lista negra de los analistas. Las consecuencias son de nuevo contundentes: DIA se dejó el 6,55% en bolsa este martes y, por primera vez, su acción vale menos de 2 euros.

La compañía que dirige Ricardo Currás tuvo un importante rebote del 10% en bolsa el pasado jueves tras presentar los resultados del primer semestre. Las cuentas no eran buenas: Currás y su equipo coparon la conferencia con los inversores de excusas tan variopintas como el clima y los supermercados con o sin aparcamiento. Pero el hecho de que la acción estuviera en mínimos históricos (2,12), y que DIA vislumbrara un segundo semestre mejor, hizo repuntar la acción.

Fue un espejismo. El viernes ya perdió todo lo ganado y este martes, el descenso se ha cobrado una víctima que puede costarle muy cara: los 2 euros por acción. Las dinámicas bursátiles advierten de que, cuando una compañía pierde un soporte importante, como es el caso, luego es muy difícil saber cuándo se abrirá el paracaídas.

En esas está DIA, que cayó más el 6,55% y cerró con una cotización de 1,91 euros por acción. La compañía apenas vale 1.200 millones de euros y es ya la IBEX con menor valor. En lo que va de 2018 ha perdido más de la mitad de su capitalización, y en el último año, dos tercios.

DIA y su plan estratégico no convencen

La desconfianza en los mercados respecto al plan de negocio de DIA es más que evidente. Quizá por ello, la compañía controlada por el millonario ruso Mikhail Fridman anunció que presentará un nuevo plan estratégico en octubre. Se desconocen las líneas de dicho plan, si bien Fridman –que ha perdido la mitad de lo que invirtió hace un año, cuando entró en DIA– planea modernizar la compañía.

El último año ha estado lleno de sinsabores para la cadena de supermercados española.  Ha terminado operaciones en China y ha roto acuerdos con Caixabank y Eroski. Esta última ruptura –tenían un contrato de compras conjuntas a proveedores– tuvo un impacto mayor de lo esperado en los resultados del segundo trimestre, según los analistas del Sabadell.

Quizá por todos estos problemas, y un equipo directivo que parece amortizado, los inversores no esperan un plan radical, que cambie de arriba abajo la dinámica de DIA. Simplemente, no lo ven creíble. Así, solo se espera que, como ha prometido la cadena de supermercados, el segundo semestre sea mejor y presenten un plan de contingencia para salir del agujero. Pero no es suficiente para remontar en bolsa. Mientras tanto, sigue bajando.  

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