El recorte mundial de Nissan dispara las alarmas en Barcelona

El fabricante japonés anuncia 10.000 despidos alrededor del planeta con la planta catalana al 30% de su capacidad de producción

Interior de la fábrica de Nissan Motor Ibérica en la Zona Franca de Barcelona. /Toni Albir

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Nissan se prepara para pasar la tijera alrededor del planeta. El fabricante de coches japonés se desprenderá de alrededor de 10.000 trabajadores en los próximos años, según la agencia de noticias Kyodo y la televisión NHK. El recorte se anunciará este jueves, coincidiendo con la presentación de resultados, pero entre los eslabones más débiles de la cadena está la fábrica de Barcelona, que trabaja al 30% de su capacidad.

En el ejercicio 2018 –cerrado el mes de marzo–, la compañía dirigida por Hiroto Saikawa admitió una caída del beneficio del 57,3% hasta los 2.590 millones de euros. Las ventas en Estados Unidos se contrajeron el 9,3% en Europa, excluyendo Rusia, bajaron el 17,8%.

Y en el último trimestre, las cosas fueron peor. Con los resultados todavía por hacerse públicos, el descenso de las ganancias alcanzó el 90%, según confirmaron fuentes de la empresa a Bloomberg.

El anuncio sacudió a la fábrica de Barcelona, recientemente golpeada con expediente de regulación de empleo (ERE). Los trabajadores de la fábrica de Nissan en Barcelona se reunirán este jueves jueves «con carácter urgente» con la dirección, después de la noticia de los despidos. Fuentes sindicales explican que han recibido «con sorpresa» la decisión del grupo y acudirán a la reunión con el objetivo de exigir explicaciones a la dirección en España y abordar el futuro de la fábrica de Barcelona, que ahora mismo funciona al 30% de su capacidad.

El sindicato USOC afirma que hay «miedo» de que estos despidos globales puedan afectar a la plantilla que actualmente trabaja en Barcelona, y han recordado que el pasado mes de mayo la empresa y los trabajadores ya acordaron la salida de 600 personas. Mientras, desde UGT han puntualizado que desde la dirección les manifestaron que el último ERE era «suficiente» y que no había previsiones de nuevas salidas en los próximos años, por lo que esperan que la decisión del grupo a escala mundial no les afecte.

La crisis de Nissan en Barcelona

El fabricante japonés hizo público en mayo el estado de sus fábricas. En Barcelona, la caída se agravó durante el año hasta terminar con una rebaja del 14,9% ante los 88.888 automóviles que la instalación de la Zona Franca puso en la carretera durante el ejercicio 2017/2018. En la primera mitad del año, el descenso era del 3,2%. Sin embargo, la caída durante los últimos seis meses alcanzó el 25,8%.

La razón del descalabro fue el adiós del Nissan Pulsar, que abandonó la instalación en verano debido a su poco éxito comercial, del que se fabricaban alrededor de 20.000 vehículos al año. La cifra quedó muy lejos de los 80.000 coches que la dirección estimó que se llegarían a producir cada ejercicio.

Y la caída es mayor ya en la temporada 2019/2020. El fabricante elaborará sólo 59.000 automóviles después de recortar la producción otro 25% con el adiós de la furgoneta NV200 de combustión. Finalmente se harán alrededor de 46.000 pickup Navara y 11.000 NV200 eléctricas.

El presidente de Nissan Europa, Gianluca de Ficchy, fijó en 60.000 unidades el nuevo suelo de la fábrica catalana. «No podemos controlar los flujos del mercado», lamentó el directivo en una comparecencia ante los medios españoles.

Si Barcelona fue la cruz, Ávila fue la cara. La fábrica todavía no ha recuperado los volúmenes del ejercicio 2016/2017 (14.823 coches), pero sí se recupera tras la grave crisis sufrida en 2017, cuando incluso se llegó a rumorear su cierre. En el último año, salieron de la factoría hasta 13.070 vehículos, casi el 35% más que en el año anterior.

Economía Digital

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