Mediapro arranca un ERE para más de 1.000 empleados tras registrar pérdidas millonarias

La productora activa un ERE que afectará a más de un millar de empleados tras encadenar pérdidas y perder contratos clave como LaLiga

El ERE marca el mayor ajuste laboral de Mediapro en años tras un periodo de pérdidas y pérdida de derechos deportivos

El ERE marca el mayor ajuste laboral de Mediapro en años tras un periodo de pérdidas y pérdida de derechos deportivos

En un giro dramático para el gigante audiovisual español, Mediapro ha activado un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) para alrededor de 1.000 trabajadores, lo que equivale a aproximadamente el 14 % de su plantilla.

Este plan de reestructuración llega como respuesta a las crecientes pérdidas que han llevado a Mediapro a un momento crítico. Según fuentes cercanas a la compañía, la nueva dirección, encabezada por Sergio Oslé como presidente y Carlos Núñez como consejero delegado, ha concluido que es imprescindible un ajuste profundo de personal para tratar de contener la situación financiera.

¿Qué ha desencadenado este ERE?

El punto de partida de la crisis son las abultadas pérdidas registradas por la empresa. En 2024, Mediapro acumuló unas pérdidas de 72 millones de euros, una cifra que ha encendido las alarmas entre sus inversores, especialmente el fondo chino Orient Hontai Capital, principal accionista de la compañía.

Además, este agujero financiero se ve agravado por varios errores estratégicos en los últimos años: la pérdida de derechos deportivos clave —como los de la liga francesa primero, los italianos después y ahora los de la liga canadiense— y una apuesta fallida por los eSports, que no ha generado el retorno esperado. 

Pero no es solo eso. La compañía también ha perdido el contrato para producir las retransmisiones de LaLiga. Esa caída de ingresos recurrentes compromete su modelo de negocio, especialmente cuando se considera que Mediapro opera con una de las flotas móviles más grandes de Europa para producir eventos: más de 100 unidades móviles y una plantilla de más de 5.000 profesionales dedicados a producción, realización, sonido, iluminación, postproducción, etc. 

Según fuentes internas, muchos de esos puestos quedarán “sobrantes” una vez entre en vigor el ajuste, lo que podría obligar a vender parte de esas unidades móviles para recortar costes operativos. 

Reestructuración y nuevas prioridades

El diagnóstico de la nueva cúpula de Mediapro ha sido validado por Orient Hontai Capital: los responsables del fondo han avalado el plan tras analizar las cuentas de la productora. Hasta ahora, no está claro cuántos empleados se verán finalmente afectados con exactitud ni cuál será el reparto por países, aunque las fuentes coinciden en cifras superiores a 1.000 personas. 

Además del ERE, la dirección contempla cerrar algunos negocios no rentables y apostar por nuevas tecnologías, con el fin de optimizar el gasto y adaptarse a un escenario con menos derechos deportivos garantizados.

El fundador de Mediapro, Jaume Roures, en una rueda de prensa de la Liga Francesa. Foto: EFE
El fundador de Mediapro, Jaume Roures, en una rueda de prensa de la Liga Francesa. Foto: EFE

Repercusiones laborales y un contexto complicado

Este ERE se produce en un momento de fuerte tensión laboral en Mediapro. En los últimos meses, la compañía ha estado negociando con sindicatos tras convocarse huelgas por la pérdida de contratos con LaLiga.

De hecho, ya ha habido movimientos anteriores: en verano de 2025, Mediapro presentó un ERTE que afectó a casi 200 trabajadores. También se ha señalado que algunos contratos no han sido subrogados por la nueva productora ganadora, lo que ha generado gran incertidumbre entre la plantilla. 

La situación financiera de Mediapro también ha provocado que las agencias de rating revisen su crédito. Moody’s, por ejemplo, degradó la calificación de la compañía de «B2» a «B3”, justificando su decisión en el bajo rendimiento operativo de 2024 y la falta de visibilidad para una mejora en los próximos 12 o 24 meses.

El peso del ERE en el futuro de Mediapro

La puesta en marcha de este ERE señala una reorientación radical de la compañía. Durante décadas, Mediapro se ha posicionado como un actor clave en la producción audiovisual deportiva, con una apuesta fuerte por los derechos de liga, sus unidades móviles y un equipo profesional muy amplio.  Ahora, con el contrato de LaLiga perdido y una estructura financiera muy lastrada, la nueva dirección ha decidido dar un volantazo: sacrificar parte del negocio tradicional para intentar sobrevivir y reinventarse en un entorno cada vez más competitivo y exigente. 

A medio plazo, este ERE podría permitir a Mediapro reducir sus costes fijos, vender activos no estratégicos (como parte de su flota móvil) y consolidar sus operaciones en líneas más sostenibles. Pero el riesgo es grande: si no logra recuperar ingresos sólidos o construir un nuevo modelo rentable, podría estar condenada a una recapitalización adicional o incluso a más ajustes.

En definitiva, el ERE anunciado por Mediapro es una de las medidas más drásticas de su historia reciente. Refleja no solo la gravedad de su crisis financiera, sino también un cambio de paradigma en su estrategia: menos dependencia de los grandes derechos deportivos y más foco en la eficiencia y la tecnología. Para los empleados, sin embargo, esta reestructuración supone una amenaza real a sus puestos de trabajo y al futuro profesional en una empresa que durante años fue líder en su sector.

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