Ferrovial proyecta 34 molinos frente a la Costa Brava fabricados en Galicia

La división energética de la constructora consideraría acercar el proyecto si en los próximos años se “desarrollan áreas especiales” para la fabricación de los componentes de un parque eólico

Un barco trasladando los ‘jacket’ construidos por Navantia y Windar en el astillero de Fene (A Coruña) para un parque eólico marino en Francia. EFE/Kiko Delgado

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El lento desarrollo de la energía eólica en Cataluña ha dejado a la comunidad autónoma prácticamente sin industria auxiliar para la fabricación de los componentes que forman un parque eólico. Frente a esta situación, algunas de las empresas que están proyectando parques en la región deben de buscar fuera de las fronteras catalanas para encontrar socios y espacios que les ayuden a levantar los gigantescos molinos de vientos.

Es el caso de Ferrovial y de su plan para instalar un parque marino de 510 MW en el golfo de Roses, la región con más recurso eólico de la Costa Brava y de toda Cataluña. La división energética de la constructora ha publicado recientemente en la página web del Ministerio de Transición Energética todos los detalles técnicos de su iniciativa, que, grandes rasgos, pasa por alzar 34 aerogeneradores, de 15 MW de potencia nominal, además de toda la infraestructura que los mantendrá a flote, el cableado necesario y una subestación eléctrica marina y otra de tierra.

Sin embargo, muchos de los pasos previos a la instalación de estos 34 molinos no se podrían hacer en Cataluña. Según la documentación consultada por Economía Digital, Ferrovial tiene vista la puesta en Galicia donde ya existen “infraestructuras suficientes para abordar la construcción de parte de los elementos que componen un parque eólico marino”. Eso sí, la compañía controlada por la família del Pino considerará “otras zonas más cercanas al proyecto”, es decir, Cataluña, “en el caso de que en los próximos años se hayan desarrollado áreas especiales para la fabricación de este tipo de estructuras”.

Esta fase del proyecto incluye la fabricación tanto de los aerogeneradores, como las estructuras flotantes, los cables submarinos, los sistemas de anclaje y fondeo, entre otros. “Se debe ver como un impacto positivo el posible desarrollo tecnológico a consecuencia del crecimiento de la energía eólica”, añade la compañía en la memoria inicial del proyecto.

A Coruña y Cádiz

El resto de las empresas que esperan participar en la puja para instalar molinos en esta zona aseguran en sus respectivos documentos que, en lo que respecta el sitio donde ensamblar los aerogeneradores y otros componentes, el Puerto de Tarragona podría ser un buen candidato, pero también sopesan hacerlo en Ferrol o en Cádiz, en las instalaciones que tiene Navantia en ambas ciudades, donde ya se han acarreado tareas similares. En el Puerto de Barcelona, más transitado y congestionado, el espacio es mucho más limitado, lo que dificultaría maniobrar con maquinaria de semejante tamaño.

Según el Libro Blanco de la Industria Eólica Marina en España elaborado por la Asociación Empresarial Eólica (AEE), la mayoría de las compañías de la cadena de valor de la eólica marina ubicadas en Cataluña están especializadas en ingeniería, consultoría y “actividades complementarias”. Es el caso de Applus, Bureau Veritas, DNV, Normawind o Sener. Por lo contrario, los únicos fabricantes de equipos y componentes son Cepsa y General Electric Renovables, que aprobó recientemente un ERE que afecta a 157 trabajadores en España, la mayoría en Barcelona, después de anunciar perdidas de 2.000 millones de euros a nivel global.

Mientras, en Galicia, donde también hay ingenierías y consultorías, existe una amplia variedad de compañías industriales que cubren desde la producción de componentes a la de aerogeneradores, entre las cuales hay Aister Aluminium, Arba Energias Renovables, Elinsa, GRI Renewables Industries, Grupo Intaf o Siemens Gamesa.

Hace unos meses, antes de anunciar su polémico cambio de sede, Ferrovial trasladó al Ministerio para la Transición Ecológica su voluntad de instalar un parque eólico marino en el Alt Empordà, sumándose a una puja donde participan cinco proyectos más, incluyendo a Iberdrola, Capital Energy o Cobra. Con los planes de ordenación del espacio marítimo (POEM) aprobados, solo queda recibir una resolución favorable de la declaración ambiental por parte del Ministerio, que también deberá de impulsar la subasta para dictaminar quien acabar desarrollando el proyecto.

Por su parte, la Generalitat de Cataluña espera generar alrededor de unos 1.000 MW de electricidad con la instalación de aerogeneradores marinos, lo que aportaría el 50% de la demanda eléctrica de la provincia de Girona. Ahora mismo, la demarcación es altamente dependiente de la exportación de energía de otros territorios.

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