Ficosa contrata trabajadores de ETT con la plantilla en ERTE

La firma de componentes de coches defiende que se ve obligada a incorporar trabajadores temporales porque sus empleados rechazan los puestos vacantes

El edificio de Ficosa en Viladecavalls.

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A pesar de que la mayoría de las empresas de automoción españolas levantaron sus ERTEs en verano, algunas como Ficosa se vieron obligadas a presentar un segundo ajuste debido a la incertidumbre que todavía existía en la industria. Lo que podía parecer una manera de hacer frente a la caída del negocio se ha convertido en un enfrentamiento con la plantilla: estando el plan de despidos temporales todavía vigente, la firma de componentes ha realizados varias contrataciones a través de ETT para cubrir las vacantes surgidas, que no han sido suplidas por los propios trabajadores de la organización.

Tanto las fuentes sindicales consultadas como la propia compañía catalana coinciden en que se ha recurrido a empleados procedentes de empresas de trabajo temporal (ETT), especialmente de Adecco, para hacer frente a las necesidades de personal de las últimas semanas. No obstante, unos y otros difieren a la hora de justificar las incorporaciones. “Es un escándalo”, dicen unos. “No nos queda más remedio”, replica la compañía.

Lo cierto es que hoy la fábrica del grupo en Viladecavalls (Barcelona) funciona prácticamente al 100% y ocupa prácticamente a 1.400 personas. A pesar de ello, la empresa que dirige Xavier Pujol mantiene desde mayo un ERTE para prácticamente toda su plantilla en la instalación de hasta 90 días laborables hasta final de año.

El principal problema es que en la planta catalana se agrupan trabajadores de hasta ocho filiales del conglomerado: Fico Triad, Fico Mirrors, Advanced Automotive Antennas, Ficosa Adas, Fico Transpar, Fico Cables, Ficosa Internacional y Ficosa Electronics. Con diferentes convenios y derechos laborales, la mezcla es fruto de que hace tiempo cada una de las sociedades trabajaba en un centro particular y no en la macrofábrica actual.

El conflicto de Ficosa se focaliza en la sociedad Ficosa Electronics

En este caso, el problema se focaliza en Ficosa Electronics –procedentes de Sony–, que cuenta con sus propias líneas de producción pero que también se mezcla con la plantilla del resto de firmas en sus respectivos proyectos. “La organización es propiedad de la dirección, por lo que hay gente que está ahora mismo en ERTE que podría ocupar el puesto de trabajo de esta sociedad para el que se contrata a gente de ETT”, lamentan entre los trabajadores.

Sin embargo, desde la compañía controlada por la multinacional Panasonic se dibuja una respuesta clara: “Ficosa Electronics se ha visto obligada a contratar personal de ETT porque se ofreció llenar estas vacantes con personal de la propia Ficosa, pero nadie las quiso ocupar». Además, aseguran: «Para nosotros sería mucho mejor contar con trabajadores de otra de las filiales que no tener que recurrir a empresas de trabajo temporal».

Las explicaciones no convencen a la plantilla, que lamenta la falta de diálogo con la dirección. «Solamente se ofreció un cambio de condiciones a la baja, no hubo ningún tipo de negociación colectiva», denuncian.

La polémica de Ficosa: ocho empresas bajo el mismo techo

El conflicto entre la empresa de componentes y sus trabajadores nace en la anormalidad de que bajo el mismo techo de Viladecavalls conviven trabajadores de ocho empresas diferentes, agrupadas finalmente bajo el paraguas de Ficosa. Sin embargo, los empleados de cada una de las sociedades cuentan con condiciones laborales y derechos distintos.

La razón de esta amalgama empresarial es que cada una de estas compañías fue creada en un momento distinto o añadida al conglomerado tras una adquisición. Así, cuando todos los servicios se agruparon en la fábrica barcelonesa que las anomalías se dispararon.

El comité de empresa denunció en varias ocasiones que la organización se aprovechaba del esquema para poner trabajadores de una de las firmas a hacer funciones de la plantilla de las otras. Además, remarcaron su debilidad negociadora el no estar unidos bajo una misma empresa.

Sin embargo, la empresa defendió que para su funcionamiento también sería mucho mejor simplificar el esquema societario, pero que son los propios empleados de las empresas con mejores condiciones los que frenan la unión al no querer «renunciar» a sus privilegios.

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