Gay de Montellà envía a los díscolos soberanistas de Foment a una comisión de régimen interno

El comité ejecutivo de la patronal acuerda por unanimidad que se elabore un informe sobre las actuaciones de Antoni Abad en CECOT a cargo del ex conseller de CiU, Josep Manuel Basañez

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El presidente de Foment, Joaquim Gay de Montellà, va en serio. En enojo con Cecot ha ido en aumento en los últimos meses, y esta vez no se ha querido dejar el asunto de lado. El comité ejecutivo de Foment ha acordado este lunes, por unanimidad, enviar a los díscolos soberanistas a una comisión de régimen interno que deberá dilucidar si las actuaciones de CECOT «entran en conflicto con disposiciones de los Estatutos de Foment del Treball», tal como había anunciado Economía Digital.

La patronal recuerda que esa comisión tienen como principal misión la de velar «por el cumplimiento de los estatutos y del código ético y de buen gobierno de la entidad». El encargado, junto a otros miembros de esa comisión, de investigar esas actuaciones es Josep Manuel Basañez, ex conseller de Economia de CiU. Él, junto a Baldiri Ros, José Luis Salido, y otros dos miembros, decidirán la suerte de la patronal que preside Antoni Abad, sorprendido por esa actuación.

Gay de Montellà quiere acelerar las cosas, después de que se haya «colmado el vaso», en expresión de un miembro del comité ejecutivo. Pero esa comisión tiene sus tiempos, aunque la idea es elevar el informe que se elabore en la Junta Directiva del 2 de noviembre, en la que, a diferencia del comité ejecutivo, sí estará presente el propio Abad.

Formar o no parte de un mismo club

La cuestión se abordó con celeridad, y por «unanimidad», con el reproche principal basado en la cuestión territorial. «Cecot se ha mostrado muy expansiva, ha dejado detrás, de una forma clara, su base de Terrassa, y parece que quiera ser una especie de patronal de patronales», asegura uno de los miembros del comité ejecutivo. Otros añaden que se trata de una cuestión lógica: «hay quejas constantes de territoriales de Foment, y lo que parece claro es que si se forma parte de un club se debe respetar sus reglas, y eso no lo hace CECOT».

El posicionamiento ideológico del propio Abad no ha ayudado. De hecho, se trata de dos cuestiones que han ido en paralelo. La defensa del derecho a decidir de CECOT –la patronal que preside Abad considera que fue Gay de Montellà el que se distanció de esa primera apuesta de Foment— y el acompañamiento de la patronal con el President Artur Mas, se ha añadido a esa mayor presencia territorial, que ha llevado a celebrar las tradicionales cenas del empresariado en Barcelona, cuando se circunscribían a Terrassa.

Patronal de patronales

Esa cuestión se ilustra, por parte de Foment, señalando a la propia web de la patronal, en la que, ciertamente, CECOT apuesta claramente por ser «una patronal de patronales, que aglutina los intereses de sus gremios y asociaciones, que actúa como representante ante los interlocutores sociales y presta directamente o indirectamente los servicios más avanzados para fomentar la competitividad de autónomos, microempresas, pymes y grandes empresas». La localización en Terrassa brilla, precisamente, por su ausencia.

Eso ha acabado de «irritar» al comité ejecutivo de Foment, que preside Gay de Montellà, y que se ha convertido en uno de los pocos diques del empresariado catalán frente al proyecto soberanista de Artur Mas. En juego, sin embargo, y no es menor, está la propia representatividad de las organizaciones empresariales, en un momento de enorme convulsión en la vida política y social catalanas.

CECOT ha organizado su tradicional cena empresarial para el 9 de noviembre en… el Auditori de Barcelona. Antes, Foment quiere tener ya preparado el informe, con el ánimo, eso sí, de «solucionar el problema y no contribuir a enrarecerlo», pero todo parece encaminado hacia un choque frontal.  

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