Glovo salva un ‘match ball’ en los juzgados

La justicia pospone hasta el próximo 29 de enero el último examen al modelo laboral de la startup dirigida por Oscar Pierre

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El calendario judicial de Glovo promete ser intenso en los próximos meses. La startup de reparto a domicilio pondrá de nuevo a prueba su modelo laboral el 29 de enero. La fecha se fijó el pasado martes, en Barcelona, después de que un juzgado de lo social aplazara un juicio vital para la compañía, por el que podría recibir la primera sentencia en contra por la contratación de falsos autónomos. 

Según ha podido saber Economía Digital, Glovo se vio las caras en el juzgado 24 de lo social de la capital catalana con dos trabajadores —apodados como glovers dentro de la compañía —  que denunciaron un despido improcedente por parte de la plataforma y su trabajo como falsos autónomos. Fuentes presentes en el juicio, cuya duración fue de aproximadamente cuatro horas, explican que desde Glovo “acordaron una prórroga para preparar su defensa”.

La parte demandante tratará de probar que la relación entre los riders y la compañía es laboral y no mercantil. Defienden su posición en aspectos clave de su trabajo, como estar geolocalizados en todo momento desde la jornada laboral o el uso de tarjetas de crédito prepago, con la que gestionan pagos rutinarios. También una «falsa libertad» a la hora de escoger qué pedidos entregar, algo que ya reclamaron parte de los riders que se rebelaron e intentaron boicotear la plataforma

La compañía, contactada por este medio, alega que el motivo del aplazamiento “no fue por causa de Glovo, sino por falta de pruebas solicitadas, lo que provocó que el juzgado no lo tramitara a tiempo”.

El juicio es trascendental, ya que la compañía barcelonesa avala su modelo laboral —cuestionado por la figura del falso autónomo— en una única sentencia que se emitió hace tres meses en un juzgado de primera instancia de Madrid. La sentencia, que juzgaba el caso de un solo rider, consideró que su colaboración con la plataforma no podía equipararse a la del falso autonómo.

La justicia española, además, emitió esta resolución, esperada desde hace mucho tiempo, poco después de que la Corte Suprema de Milán validara el modelo de relación de la compañía con los repartidores. La nueva resolución, de fallar en contra de la compañía, sería un jarro de agua fría para el modelo laboral que ha desarrollado durante todo este tiempo. 

‘Macrojuicios’ en 2019

El examen sobre el modelo laboral de las compañías de delivery no se ciñe solo a Glovo. Sin ir más lejos, el próximo 17 de diciembre, el próximo lunes, Deliveroo, otra de las grandes compañías del sector, se enfrentará en Madrid en los juzgados por una denuncia de Inspección de Trabajo por el carácter laboral de más de 500 riders.

Deliveroo, a diferencia de Glovo, sí ha sido condenada por utilizar a sus repartidores como falsos autónomos. La resolución, la primera en España que condenaba las prácticas a este tipo de plataformas, llegó desde el juzgado de lo social número 6 de Valencia. 

Glovo celebrará su ‘macrojuicio’ en septiembre en Zaragoza

Glovo, por su parte, tendrá su macrojuicio en 2019. Este medio ha podido saber que la compañía se enfrentará en Zaragoza en los juzgados con antiguos trabajadores por la inspección de trabajo que se realizo para conocer en qué condiciones trabajaban 200 riders. La fecha para la que está programada el macrojuicio es septiembre de 2019.

El consejero delegado y presidente de Glovo, Oscar Pierre, defendió en noviembre en Madrid su modelo laboral en un encuentro con distintos medios de comunicación. Pierre, sobre la posibilidad de que la justicia pueda determinar que sus repartidores deben ser trabajadores asalariados, explicó al respecto: “Sería una buena faena, pero nos adaptaríamos, veríamos la manera”.

El consejero delegado anunció también que la compañía catalana ha creado un Departamento de Políticas Públicas, que está liderando el cofundador de Glovo, Sacha Michaud. El objetivo es hacer lobby en las instituciones públicas, entre otros colectivos, para defender el modelo laboral.

Cristian Reche

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