José Elías carga contra OHLA con su estrategia de presión habitual

Los hermanos Amodio, principales accionistas, han expresado su malestar ante esta situación

José Elías,OHLA

José Elías,OHLA

La constructora OHLA está en una de sus etapas más complicadas tras la irrupción de José Elías Navarro, el empresario es conocido por su agresiva estrategia de toma de control en empresas en crisis. 

Su llegada, lejos de aportar estabilidad, ha desatado un conflicto interno que amenaza la estabilidad de la compañía y pone en jaque a los accionistas minoritarios, víctimas recurrentes de este tipo de maniobras.

Archivo - Luis y Mauricio Amodio, principales accionistas de OHLA. José Elías.
Archivo – Luis y Mauricio Amodio, principales accionistas de OHLA

José Elías ha forjado su reputación como “salvador” de empresas en situación compleja, pero los hechos muestran un patrón, entra con fuerza en el capital, exige cambios radicales en la cúpula directiva y maniobra para hacerse con el control, todo ello sin aportar fondos cuando la empresa más lo necesita.

Este método, que ya desplegó en Ezentis, Atrys Health y Audax Renovables, suele dejar tras de sí empresas debilitadas, gobiernos corporativos intervenidos y cotizaciones desplomadas, mientras Elías consigue salir fortalecido o incluso con beneficios personales.

Forma de actuación de José Elías

En Ezentis, por ejemplo, Elías entró en 2021 con casi 20 millones de euros en una ampliación de capital sin derechos preferentes. Posteriormente, ejecutó un bono convertible que le permitió alcanzar el 30% del capital, provocando una fuerte dilución de los pequeños accionistas.

Desde su llegada, la acción perdió más del 70% de su valor, mientras él reestructuraba la empresa a su medida, reducía el consejo y consolidaba su poder como presidente no ejecutivo.

Un esquema similar se repitió en Atrys Health y Audax, donde la entrada de Elías –a través de bonos convertibles y fusiones– acabó con caídas del 67% y deterioro del valor para los minoritarios.

El patrón es claro, aprovechar la debilidad de las empresas para aumentar su control, exigir cambios en la dirección y, cuando la situación se complica, no aportar capital, dejando a los pequeños inversores en una posición cada vez más precaria.

La actuación de José Elías en OHLA no es una excepción, sino una muestra más de su patrón empresarial. El resultado para los accionistas minoritarios es demoledor: una empresa tensionada, una cúpula dividida y un valor bursátil deteriorado.

Mientras tanto, Elías intenta movilizar a los minoritarios para que le ayuden a expulsar a la actual dirección, en una suerte de “revuelta” que solo añade más incertidumbre a la compañía.

Los hermanos Amodio, principales accionistas de OHLA, han expresado su malestar ante esta situación, conscientes de que la estrategia de Elías pone en riesgo la estabilidad y el futuro de la empresa.

El caso de OHLA se suma así a la lista de compañías donde el empresario ha dejado una huella de conflicto, desconfianza e inestabilidad para los pequeños inversores.


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