La inversión empresarial no remonta: cae un 1,8% en 2023 y no recupera los niveles prepandemia

La inversión empresarial es el único componente del producto interior bruto (PIB) que aún está lejos de recuperar los valores marcados antes del estallido de la crisis sanitaria originada por el coronavirus.

RIVABELLOSA( ÁLAVA), 30/01/2024.-Un trabajador de la fábrica Talgo en el centro de Rivabellosa, Álava, este martes. Una delegación marroquí visitó esta mañana la fábrica. El ministro delegado marroquí de Inversión, Mohcine Jazouli, visitó este martes la fábrica ferroviaria española Talgo en Álava, para conocer el ecosistema ferroviario español del que el país magrebí quiere inspirarse para desarrollar este sector en los próximos seis años. Desde la sede de la fábrica, Jazouli -acompañado con una delegación de responsables marroquíes- se reunió con responsables de la compañía antes de realizar una visita por la planta en la que escucharon explicaciones de las diferentes etapas de producción. EFE/Fatima Zohra Bouaziz

Un empleado trabaja en una fábrica. EFE/Fatima Zohra Bouaziz

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La inversión empresarial no remonta. Así lo revelan los datos avanzados por el Instituto Nacional de Estadística, que evidencian que el monto económico que destinaron las compañías a maquinaria y bienes de equipo descendió un 1,8% a lo largo de 2023. De esta manera, la investión empresarial se ha convertido en el único componente del producto interior bruto (PIB) que aún está lejos de recuperar los valores marcados antes del estallido de la crisis sanitaria originada por el coronavirus.

Una de las principales razones que explican esta caída es que las empresas han preferido desendeudarse en un año marcado por las sucesivas subidas de tipos de interés acometidas por el Banco Central Europeo (BCE) con el objetivo de atajar la inflación. Otro de los motivos tras el recorte en la inversión empresarial es la falta de tracción de los fondos europeos.

En este contexto, no han acabado cumpliéndose los vaticinios macroeconómicos que auguraban crecimientos en la inversión en equipo por el despliegue previsto del plan de recuperación y por el incremento esperado de los beneficios empresariales. Por ejemplo, los cálculos del Gobierno apuntaban a un incremento del 2,3%, en contraposición a la reducción del 2% que finalmente se ha producido.

Poniendo el acento en la evolución de la inversión en el transcurso del año llama la atención el desplome en la inversión empresarial que tuvo lugar en el último tramo del año, concretamente, en los meses de octubre, noviembre y diciembre. Después de arrancar el año con un crecimiento del 7,5% y proseguir en el tercer trimestre con un aumento del 2%, en el último trimestre marcó un desplome del 4,8%.

La caída de la inversión resta una décima al PIB en 2023

La contracción de la inversión empresarial, según las estimaciones del Instituto de Estudios Económicos (IEE), comportó el recorte de una décima al crecimiento de la economía española durante el año pasado, que fue del 2,5%. También impulsó la reducción de tres décimas al avance del PIB en el cuarto trimestre, que fue del 0,6%. Por ello, ha advertido que si la tendencia se mantiene en el tiempo podría comportar «un drenaje importante para el crecimiento».

Las cifras registradas en 2023 se sitúa un 8,7 puntos por debajo de los valores alcanzados en 2019, en contraposición con los datos de consumo público, que se han elevado 11 puntos, según ha apuntado a la agencia EFE el director general del IEE, Gregorio Izquierdo. «La inversión no deja de ser el indicador en el cual se identifican las dificultades que tienen las empresas en el contexto económico actual y que anticipa la incertidumbre», ha destacado.

A sus ojos, el recorte en la inversión empresarial se debe a la moderación del crecimiento económico, la subida de los costes financieros, las pérdidas en algunos sectores de actividad y el retraso en la ejecución de los fondos europeos que no llegan a las empresas «con la intensidad y la agilidad necesaria».

No conviene perder de vista, a la hora de explicar el dato, el factor psicológico, tal y como enfatiza el director de coyuntura económica de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), Raymond Torres, quien remarca que la «memoria traumática» generada por la crisis financiera ha vuelto a las empresas mucho más cautelosas. En este sentido, ha recordado que este comportamiento se ha puesto de manifiesto en países como Japón, que también sufrió el fuerte impacto de la burbuja financiera.

Teniendo en cuenta que la inversión empresarial se ha incrementado en economías como la alemana o italiana, ha considerado que el retraso en la ejecución de los fondos europeos o las subidas de los tipos de interés explican por sí solos el fenómeno. A pesar de que ha hecho alusión a la fortaleza de la economía española, ha subrayado que, para que el crecimiento se sostenga en el tiempo, es imprescindible invertir para mantener la competitividad y mejorar la productividad.

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