Momento crítico para esta emblemática empresa de textil: entra en concurso de acreedores

La firma vasca Ternua entra en concurso y busca alternativas para asegurar su continuidad

Una fábrica textil

Una fábrica textil. Foto: Eni Alves Santana Enia en Pixabay

Uno de los nombres más reconocidos del textil vasco, Ternua Group, ha entrado oficialmente en concurso de acreedores voluntario, un movimiento que marca un punto crítico en la historia de esta compañía con más de tres décadas de trayectoria. El procedimiento, ya presentado ante el Juzgado de lo Mercantil nº 2 de San Sebastián, pretende encontrar una vía ordenada para resolver una deuda de 16 millones de euros y garantizar, en la medida de lo posible, la continuidad de su actividad y de los 180 empleos que genera.

La firma, con sede en Arrasate (Gipuzkoa), gestiona cuatro marcas muy populares en Euskadi y otras zonas de España: Ternua, Loreak Mendian, Astore y Lorpen. Todas ellas están especialmente vinculadas al deporte, la sostenibilidad y un estilo de vida activo. Sin embargo, el deterioro del consumo global y las dificultades del sector han golpeado duramente su cuenta de resultados en los dos últimos ejercicios.

Una crisis que no ha podido superarse y ha acabado en concurso de acreedores

Ternua Group ha cerrado sus dos últimos ejercicios en números rojos, a pesar de haber alcanzado una facturación de más de 29 millones de euros en el último año. La compañía ha intentado por todos los medios revertir la tendencia negativa: ajustando costes, renegociando deuda y explorando alternativas estratégicas, pero ninguna ha resultado suficiente para enderezar el rumbo. La entrada en concurso llega, según la empresa, tras una etapa marcada por la caída sostenida en el consumo del sector outdoor y la evolución del mercado tras la pandemia.

El cambio en los hábitos de compra, el encarecimiento de materias primas, los problemas logísticos globales y la subida de tipos de interés han dificultado su recuperación. Todo ello ha mermado las ventas y ha añadido presión sobre los márgenes de rentabilidad de una empresa que, a pesar de su tamaño medio, cuenta con un fuerte arraigo local y un equipo humano comprometido.

Una reestructuración que arranca con la venta de Loreak Mendian

Como parte del proceso concursal, la empresa ha presentado una oferta vinculante para la venta de una de sus unidades de negocio: la marca Loreak Mendian. Esta enseña, de carácter urbano, joven y minimalista, se ha convertido en una de las más reconocibles del grupo gracias a su logotipo de margarita y una identidad visual muy marcada. El Juzgado deberá pronunciarse en las próximas semanas sobre esta oferta, que podría representar una vía para asegurar parte del empleo y de la actividad de Ternua.

El resto del grupo, con marcas como Astore (históricamente vinculada al deporte profesional vasco) o Ternua, continuará bajo la supervisión de la administración concursal, que deberá analizar su viabilidad futura y posibles soluciones para su supervivencia. La planta de producción en Etxalar (Navarra) y la red comercial de 28 puntos de venta propios también forman parte de los activos que podrían entrar en algún tipo de operación de salvamento o reestructuración.

Una firma con historia y ADN vasco

Fundada hace 30 años, Ternua ha estado siempre vinculada al mundo de la montaña y la naturaleza. Su nombre hace referencia a Terranova (Ternua, en euskera), la región canadiense donde faenaban los balleneros vascos en el siglo XVI. Con este espíritu aventurero y respetuoso con el entorno, la firma ha sabido conectar con un público fiel que valora la calidad, la sostenibilidad y el diseño técnico de sus productos.

En palabras de la propia empresa, “somos una gran familia, con arraigo en esta tierra y un propósito claro de dejar un legado mejor del que encontramos”. La dirección también ha subrayado la implicación de sus trabajadores, que han sido conscientes de la delicada situación y del esfuerzo de las familias propietarias, que han invertido más de 20 millones de euros desde 2010 para sostener el proyecto.

Apoyo institucional y preocupación social

La entrada en concurso de Ternua Group ha generado un gran impacto en Arrasate y en la comarca. La alcaldesa Maider Morras ha expresado públicamente su solidaridad con los empleados y ha ofrecido el apoyo del Ayuntamiento para minimizar el impacto de esta situación sobre las familias afectadas. En sus palabras, “la crisis del textil golpea a un grupo muy querido en Arrasate, que forma parte del alma del municipio”.

El caso de Ternua no es aislado. En los últimos meses, otras empresas emblemáticas de Gipuzkoa, como Astilleros Balenciaga o Pescados Rodolfo, también han atravesado crisis similares, lo que ha encendido las alarmas sobre la fragilidad de parte del tejido empresarial del territorio.

Una marca que aún busca su segunda oportunidad

La entrada en concurso no supone la desaparición inmediata de Ternua Group, pero sí evidencia la gravedad de la situación. La clave en los próximos meses estará en la capacidad del administrador concursal para encontrar soluciones de continuidad viables, preservar al máximo el empleo y dar salida a los activos de la compañía.

Mientras tanto, el legado de Ternua, vinculado a la montaña, a la sostenibilidad y a la identidad vasca, sigue muy vivo entre miles de usuarios que han confiado en su ropa durante años. Ahora, ese legado necesita un nuevo impulso para no desaparecer.

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Alba Carbajal

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