Oliu elevó un 11% el número de directivos en los peores años del Sabadell

En el mismo tiempo el banco ha sufrido el brexit, la crisis catalana, la problemática migración de TSB y la pandemia

El presidente de Banc Sabadell, Josep Oliu. EFE

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Banc Sabadell ha incorporado un 11% más de directivos a la plantilla desde 2015, coincidiendo con la etapa más complicada para el banco. En estos años ha tenido que hacer frente a los problemas de la migración tecnológica de TSB, el Brexit o la crisis catalana, además de la pandemia del Covid-19.

Actualmente, cuenta con unos 700 directivos a nivel grupo y un 75% son hombres. La entidad que preside Josep Oliu ha ido haciendo subidas progresivas cada ejercicio.

Así lo reflejan las últimas cuentas de la entidad, donde también se aprecia que más de la mitad de los directivos pertenecen a la plantilla española.

En este colectivo, el Sabadell incluyen a consejeros ejecutivos, alta dirección, dirección general, directores corporativos y directores top.

Fuentes de la entidad explican que este incremento se debe a la consolidación de ciertas funciones con perfil directivo, la mayor exigencia en el gobierno corporativo y la gestión del negocio, además de la propia maduración del modelo directivo actual, que se implantó en 2010.

La cifra puede parecer insignificante, apenas representa un 3% del total de los trabajadores a nivel Grupo, pero supera a la del Banco Santander, que a cierre de 2020 contaba con un 1% de altos directivos o la de Bankinter (2,33%).

En los últimos ejercicios, estas dos entidades han reducido el número de directivos mientras que en Sabadell han ido subiendo y esto choca con la realidad del banco, que en estos seis años ha vivido momentos muy difíciles. Razón por la que el número de trabajadores del banco ha pasado de 26.090 a 23.458, según las cifras publicadas a cierre de 2020.

Ahora hay que sumarle los 1.817 trabajadores que han abandonado la entidad en España en el primer trimestre de este 2021, cumpliendo con el plan de salidas voluntarias pactado con los sindicatos el pasado mes de diciembre.

También en este tiempo, las acciones del Sabadell han perdido un 81% de su valor en la Bolsa española y los beneficios se han reducido drásticamente, desde los 708 millones que ganó en 2015 hasta los 2 millones de euros.

El brexit, TSB, Cataluña…

Es cierto que en las cuentas de 2015 se incluyó por primera vez la aportación de su filial británica, TSB, que empezó a formar parte del Grupo desde el 30 de junio de ese año. Excluyendo el banco inglés, los beneficios del Sabadell hubieran sido de 586,4 millones de euros.

También hay que destacar que el pasado ejercicio, el beneficio se vio reducido a 2 millones de euros porque la entidad tuvo que provisionar 2.275 millones de euros por el covid-19.

Pero la situación excepcional provocada por la crisis sanitaria solo hizo estallar lo que el banco llevaba años arrastrando. A nivel particular, Sabadell tuvo que hacer frente a la crisis catalana de 2017, que provocó una fuga de depósitos y le llevó a cambiar su sede a Alicante.

Este acontecimiento vino acompañado de su correspondiente desplome bursátil, aunque hubo otros dos que le penalizaron aún más, el brexit en 2016 y la migración tecnológica de TSB en 2018.

La integración de TSB en abril de 2018 dejó durante varios días a 1,9 millones de clientes del banco online sin servicio y los ciberdelincuentes aprovecharon incluso para quedarse con dinero de algunas cuentas.

Las pérdidas fueron millonarias, la reputación de la entidad empeoró y todo acabó meses más tardes con la salida del consejero delegado, Paul Pester.

El problema es que pasados casi tres años, TSB sigue sin ser rentable y dando pérdidas. Y si el Sabadell consiguiera comprador, la oferta quedaría muy lejos de los más de 2.300 millones que pagó Oliu en 2015.

La crisis del sector cambia el rumbo de la banca

A nivel sectorial, el Sabadell también ha sufrido la caída de los tipos de interés en la zona euro y un cambio de tendencia entre los clientes de banca que ha llevado a todo el sistema financiero a reorganizar el negocio.

Así, a la reducción del número de oficinas (en España se cerraron casi 1.200 en 2020), se ha sumado más inversión en digitalización y un proceso de consolidación en el sector que ha acabado con cuatro bancos fusionados en apenas seis meses, con el único objetivo de reducir costes.

Sabadell también intentó fusionarse con BBVA en noviembre, pero sin éxito. Entones decidió salir de Reino Unido vendiendo TSB. De salir bien la operación, preveían hacer lo mismo en México. Pero esto también quedó atrás.

La solución que adoptó la entidad para reducir costes fue acelerar el plan de ajuste de su filial británica TSB con la idea de ahorrar 100 millones de libras en dos años, en lugar de los tres previstos inicialmente. Más adelanté anunció el ajuste de casi 2.000 empleados en España.

Asimismo, el pasado mes de diciembre, Banc Sabadell anunció el fichaje de un nuevo consejero delegado, César González-Bueno, quien ha tomado las riendas de la entidad en marzo de este año.

El CEO ha decidido que el banco va crecer en solitario y lo ha reorganizado en tres grandes áreas: particulares, empresas y banca corporativa. El mismo presentará un nuevo plan estratégico el próximo mes de mayo, donde se decidirá el Sabadell del futuro.

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