Repsol y el coche eléctrico: solo funciona la mitad de los 1.800 puntos de recarga instalados por la compañía en España

La empresa multienergética ha pegado un acelerón en su negocio de movilidad eléctrica, y recorta distancia con los líderes del sector, pese a que los procesos administrativos son un problema

Repsol

Punto de recarga de Repsol

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Repsol ha pegado un acelerón en el negocio de los puntos de recarga para vehículos eléctricos. A cierre de 2023 la compañía tenía instalados 1.850 puntos, aunque de forma totalmente operativa cuenta con menos de 1.000. Los procesos burocráticos y administrativos son la gran barrera en estos momentos.

Según consta en la memoria financiera de la compañía presidida por Josu Jon Imaz, solo el 59% de los puntos de recarga están plenamente operativos. Explican que es «debido a que los procesos de legalización introducen un decalaje de varios meses entre la instalación de un punto de recarga y su puesta en marcha».

Se trata de una situación que afecta a todas las compañías del sector por igual. El primer problema a la hora afrontar los desarrollos tiene que ver con las licencias y los permisos necesarios. El periodo medio está por encima del año desde que se solicita el acceso hasta que el poste está en funcionamiento

Luego llega el trámite de acceso a la red y negociación con los distribuidores eléctricos, que también demora la operativa. El resultado final es un proceso lento que, en algunos casos, provoca que los puntos de recarga queden obsoletos antes de su entrada en funcionamiento. 

La tipología de cargadores gana cada vez mayor importancia. Los usuarios demandan potencias elevadas, para recargas más rápidas, y es en ese margen temporal cuando todo parece quedar anticuado. 

Repsol sigue a su ritmo 

Pese a estas trabas burocráticas, que cada vez son menores, y la administración trabaja en ello —según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL en fuentes del mercado—, Repsol quiere mostrarse como a gran alternativa a Iberdrola y Repsol, que cuentan con 6.000 y 5.400 puntos de recarga públicos, respectivamente.

El gran salto que dará Repsol se ha anunciado esta semana. Adif ha adjudicado a la petrolera el suministro, la instalación, la operación y el mantenimiento de más de 1.000 puntos de recarga en 80 estaciones por un importe de 18 M€.  

Según informó el administrador ferroviario este lunes, el plazo de ejecución de estos puntos de recarga es de 30 meses, de los que 24 corresponden a la fase de operación y mantenimiento. 

La puesta en marcha será más rápida de lo habitual, y desde la compañía esperan que no se produzcan más demoras administrativas de las necesarias. 

Este tipo de acuerdos son esenciales para Repsol. La compañía, en su avance hacía un modelo multinergético ha firmado importantes acuerdos en los últimos meses en materia de movilidad eléctrica. Busca un hueco más allá de su tradicional negocio de combustibles. 

Suma y sigue 

Otro de los grandes acuerdos, y que elevará la cifra de puntos de recarga por encima de los 3.000 ‘postes’, es el que tiene Repsol con Mercadona, y que también comparte con Repsol. 

Se trata de un acuerdo estratégico, igual que el de Adif, por la posición estratégica de los puntos de recarga, y la utilización de los vehículos eléctricos.

Otro importante acuerdo en materia de movilidad eléctrica se firmó el pasado ejercicio con Bolt, que puso a disposición de las flotas y conductores autónomos inscritos al nuevo programa de beneficios, Bolt VIP, una solución llave en mano de la instalación del punto de recarga y el suministro en sus domicilios y en oficinas, así como descuentos en la red de recarga pública de Repsol. 

También se firmó un acuerdo con Seur en el que Repsol instalará y operará más de 150 puntos de recarga en los 55 centros de trabajo que la compañía de transportes tiene distribuidos por todo el país.

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Raúl Masa

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