Repsol valoraría entrar en el negocio nuclear si hubiera condiciones regulatorias favorables
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, pide contar con todas las tecnologías como parte de la solución a la descarbonización
El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz (D), durante la Junta General de Accionistas de Repsol. Foto: Europa Press
Repsol se suma al debate nuclear en un momento de máxima importancia para la continuidad de las operaciones de las centrales españolas. El consejero delegado de la petrolera, Josu Jon Imaz, señalado que, de darse las condiciones regulatorias favorables, la compañía valoraría opciones en el negocio.
«Tenemos una visión pragmática de la energía y esa visión incluye utilizar todas las tecnologías disponibles. Si se dispone de esta energía también hay que utilizarla, independientemente de que Repsol no tenga activos» ha señalado Imaz como opinión personal durante la junta general de accionistas de Repsol.
«Tenemos vocación de estar en el sector eléctrico como generadores y como comercializadores. Hoy no hay condiciones regulatorias para el crecimiento de ese sector, pero no tenga duda que si las hubiese consideraríamos esta energía como parte de la solución», ha añadido Imaz.
En este sentido, ha señalado las ventajas de la nuclear, como la no emisión de CO2, y ha destacado la «evolución tecnológica importante» que se está dando con los minireactores nucleares, «fundamentalmente en Estados Unidos y Canadá».
De este modo, Imaz ha reforzado el mensaje del presidente de Repsol, Antonio Brufau, de no discriminar ninguna tecnología. Desde la compañía han pedido a Europa que asuma que el gas y el petróleo todavía tienen un largo recorrido en la matriz energética y que apostar por la descarbonización ligada solo a la electrificación es un error.
En esta línea, Brufau ha pedido «realismo energético» a la Unión Europea y que todas las tecnologías tengan las mismas oportunidades para conseguir una transición más rápida, a menor coste, sin perder más competitividad en la industria.
Repsol pide abandonar el «radicalismo ecologista»
Imaz ha reforzado este mensaje, poniendo en el foco el impacto negativo de la ideología en lugar de la tecnología en los objetivos mundiales de descarbonización.
“En España, la decisión de prohibir el motor de combustión a futuro está llevando a que la gente no sepa qué vehículo comprar y esté demorando esa decisión y la consecuencia es que el parque automovilístico es cada vez más viejo. No aprovechamos la nueva tecnología diésel y gasolina”, ha denunciado Imaz tras recordar que una apuesta por la neutralidad tecnológica implicaría una rápida rebaja de las emisiones de 28%.
“Hay que abandonar el radicalismo ecologista porque está contribuyendo a empobrecer a la sociedad y a incrementar las emisiones. Si no producimos gas natural el sur global tiene que pasarse al carbón que genera muchas más emisiones”, ha concluido Imaz.