El grupo vasco Sapa alcanza el 7,9% de Indra tras refinanciar con ING su entrada en la multinacional

Sapa y el grupo madrileño Escribano, junto con la Sepi, conforman el núcleo español de Indra.

El presidente de Indra, Marc Murtra. EFE/ Pedro Puente Hoyos

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El grupo vasco de defensa Sapa Plasencia ha alcanzado el 7,9% de Indra después de refinanciar con el banco holandés ING su entrada en el capital de la multinacional española, que llevó a cabo a través de un contrato de derivados con Deutsche Bank.

Con el movimiento de Sapa en Indra se va conformando así un núcleo estable español en el grupo tecnológico y de defensa presidido por Marc Murtra y que tiene como primer accionista a la Sepi, con el 28%.

Además del grupo vasco, también la compañía madrileña Escribano Mechanical & Engineering ha elevado también su participación en Indra hasta el 8%, financiado por el banco estadounidense JPMorgan, en una operación valorada en unos 110 millones de euros.

Sapa Plasencia está controlada por la familia Aperribay, vinculados a la Real Sociedad -el presidente del equipo de fútbol, Jokin Aperribay Bedialauneta, es miembro del consejo de administración de Sapa, presidido por Joaquín Aperribay Elosua– y es el grupo de armamento español más antiguo, con cientos de años de historia.

A finales de 2021, Sapa suscribió un contrato de derivados con Deutsche Bank sobre las acciones para financiar la adquisición del 5% de Indra, porcentaje entonces en manos de Corporación Financiera Alba.

Sapa ha indicado ahora a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, en relación con el contrato de derivados suscrito con Deutsche Bank, que el 12 de enero de este año «se ha procedido a la refinanciación parcial de dicha financiación, mediante la suscripción de un contrato con la entidad ING Bank». El banco holandés comunicó también esta semana la adquisición del 6,9%.

Los movimientos accionariales en Indra se producen en un momento de agitación en la multinacional dirigida por José Vicente de los Mozos. El grupo cotiza por encima de los 15 euros por acción, niveles en los que no se encontraba desde el año 2011.

El incremento de la tensión bélica en el mundo y la decidida apuesta del Gobierno español por la industria de defensa ha elevado el valor de la compañía española. También la posibilidad de que el grupo decida vender o escindir su negocio tecnológico, Minsait, ha atraído la atención de los inversores.

Indra participa en el mayor proyecto de defensa europeo, el Future Combat Air System (FCAS), un súper caza con distintos sistemas integrados que requerirá una inversión de unos 100.000 millones de euros.

El grupo Dassaut, en representación de Francia, y Airbus, por parte de Alemania, son las otras compañías que lideran el proyecto de FCAS. Otras empresas tecnológicas y de defensa españolas –ITP AeroGMVTecnobitAirbus EspañaSener– también están involucrada

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