Suma y sigue en los concursos de acreedores: una firma de moda del grupo de Uniqlo ha solicitado la entrada
La caída del consumo, el aumento de los costes de producción y el auge del comercio electrónico están cambiando el panorama del retail
La inflación, el encarecimiento de las materias primas y los altos costes operativos en Europa han hecho mucho daño en la rentabilidad del sector
Una nueva firma de moda ha solicitado su entrada a concurso de acreedores, confirmando una tendencia clara en el sector textil. Las marcas son Princesse tam tam y Comptoir des Cotonniers, ambas reconocidas por vender ropa de mujer y lencería. Según la Agence France-Presse (AFP), el viernes 20 de junio lanzaron la solicitud con el objetivo de evitar una posible quiebra.
Ambas son dos marcas francesas bastante emblemáticas que representan la sofisticación del diseño galo. Aunque ambas pertenecen al mismo grupo empresarial, Fast Retailing France, que es matriz también de la japonesa Uniqlo, poseen identidades distintas que las hacen únicas en el universo de la moda, especialmente de la lencería.
Princesse tam.tam fue fundada en 1985 por Loumia y Shama Hiridjee y revolucionó la lencería femenina al combinar comodidad con creatividad. Más allá de la lencería, ofrece pijamas, ropa de estar en casa y trajes de baño, siempre con un enfoque en la feminidad contemporánea. Como curiosidad, su nombre está inspirado en una película de Josephine Baker.
En cuanto a Comptoir des Cotonniers, la otra firma en solicitar el concurso de acreedores, fue creada diez años más tarde, en 1995, más dirigida a una mujer urbana, independiente y moderna. Con un enfoque más sobrio y minimalista, la marca se centra en prendas versátiles y atemporales como abrigos, camisas de calidad y vestidos elegantes.
Como hemos mencionado anteriormente, ambas pertenecen al grupo Fast Retailing France, que es la filial francesa del grupo japonés Fast Retailing, uno de los gigantes mundiales del retail de moda, conocido por Uniqlo, su marca estrella. La compañía apuesta por tiendas físicas y comercio digital y se distingue por su enfoque en la innovación textil y la sostenibilidad, ofreciendo ropa funcional, bien diseñada y asequible.
Solicitan el concurso de acreedores como solución a las dificultades
El sector textil europeo atraviesa una gran crisis de la que no se salvan ni a las marcas con una larga trayectoria ni a los grupos empresariales más consolidados. La caída del consumo, el aumento de los costes de producción y el auge del comercio electrónico están cambiando el panorama del retail, obligando a numerosas firmas a revisar su estrategia y, en muchos casos, a tomar decisiones drásticas como entrar en concurso de acreedores.
Este es el caso de Princesse tam tam y Comptoir des Cotonniers. Ya en el año 2023, el grupo ya había anunciado un importante plan de reestructuración para hacer frente a las «graves dificultades» que enfrentan tanto la sociedad como sus filiales. Este plan contemplaba el cierre de 55 tiendas de un total de 136 y la supresión de 185 puestos de trabajo de los 507 que tenían en ambas marcas.
Esta medida, al igual que la solicitud de concurso de acreedores, buscaba frenar el deterioro económico que venían arrastrando, en un contexto de pérdida de rentabilidad y dificultades para competir con los gigantes del fast fashion y las plataformas digitales, que han tenido un enorme crecimiento desde la pandemia.
Las causas de esta crisis son diversas. Por un lado, nos encontramos ante un contexto donde los hábitos de consumo están cambiando, marcado por una mayor conciencia ecológica y un menor impulso por la moda rápida, ha afectado a marcas tradicionales que se han visto obligadas a presentar concurso de acreedores.
La única solución para muchas empresas
Además, la inflación, el encarecimiento de las materias primas y los altos costes operativos en Europa han hecho mucho daño en la rentabilidad del sector. Por último, la competencia feroz con actores como Zara, H&M o Shein ha dejado a muchas firmas algo más pequeñas en una posición muy frágil en el mercado.
La solicitud de concurso de acreedores de Princesse tam tam y Comptoir des Cotonniers no es un caso aislado, sino un reflejo de una transformación profunda que está sacudiendo los cimientos del textil europeo. Aunque este proceso puede traer graves consecuencias, el objetivo de las marcas es lograr una refinanciación para salir a flote.