Cierre definitivo por quiebra: esta aerolínea no volverá a emprender el vuelo
Tras 14 años de actividad, la aerolínea no volverá a volar tras su fallido intento de reestructuración bajo el Capítulo 11 de bancarrota en EEUU
Uno de los aviones de Silver Airways. Foto: X @silver_airways
Silver Airways, la aerolínea regional con sede en Fort Lauderdale (Florida), ha cesado de forma definitiva todas sus operaciones este miércoles, meses después de haberse declarado en quiebra. La noticia marca el fin de una era para una compañía que operaba rutas clave en Florida, Puerto Rico y el Caribe, y que en su día se consideró una de las promesas del transporte aéreo regional estadounidense.
La empresa había iniciado un proceso de reestructuración a finales de 2024, confiando en emerger fortalecida en el primer trimestre de este año. Sin embargo, la compañía que adquirió sus activos ha decidido no continuar con la actividad aérea, lo que ha condenado a Silver Airways a un cierre definitivo que deja en tierra no solo sus aviones, sino también las esperanzas de miles de pasajeros y trabajadores.
Un cierre anunciado, pero no esperado
La aerolínea había solicitado acogerse al Capítulo 11 del Código de Bancarrota de Estados Unidos el pasado diciembre, una herramienta legal pensada para permitir a empresas viables reorganizarse financieramente. En su comunicado de entonces, Silver Airways afirmaba que su intención era buscar capital adicional y mejorar su competitividad, con la meta de retomar su crecimiento operativo en el corto plazo.
No obstante, el proceso de venta de activos a una nueva firma inversora culminó en un desenlace distinto. Según informó la propia compañía, la empresa compradora –cuyo nombre no ha trascendido públicamente– ha optado por no continuar con los vuelos regionales que se realizaban a diario desde Florida hacia más de una docena de destinos.
Silver Airways cubría una red de rutas estratégicas dentro del estado de Florida, incluyendo vuelos a Tallahassee, Tampa, Pensacola, Fort Lauderdale y Cayo Hueso. Pero su presencia se hacía aún más notable en el Caribe, donde operaba vuelos hacia Puerto Rico (San Juan), las Islas Vírgenes de Estados Unidos y del Reino Unido, las Bahamas, San Martín, Dominica y la Isla de San Cristóbal y Nieves.
Su retirada del mercado genera un vacío en la conectividad regional, especialmente para aquellos destinos insulares que dependían en parte de Silver para la llegada de turistas, mercancías y residentes en tránsito.
Reembolsos y advertencia a los pasajeros
En un último gesto hacia sus clientes, la aerolínea ha pedido a los pasajeros con vuelos programados no acudir al aeropuerto, indicando que los billetes comprados con tarjeta de crédito serán reembolsados. No obstante, no se han ofrecido alternativas inmediatas para reubicar a quienes tenían previsto viajar en los próximos días.
Este cierre deja incertidumbre también entre los trabajadores de la aerolínea, que contaba con una plantilla significativa dedicada a operaciones aéreas, mantenimiento, atención al cliente y personal administrativo, repartidos principalmente entre Florida y los puntos de conexión en el Caribe.
Un desenlace que refleja la fragilidad del sector
El caso de Silver Airways no es aislado en un sector aéreo que sigue luchando por recuperarse plenamente del impacto de la pandemia, sumado al aumento de los costes operativos, la alta competencia en rutas regionales y una demanda aún volátil en ciertos mercados.
La promesa inicial de Silver como aerolínea regional de referencia en Estados Unidos se desvaneció en medio de un contexto cada vez más complejo. Fundada hace 14 años, la compañía logró establecer un nicho en la aviación comercial con aviones de menor capacidad, enfocados en unir destinos poco conectados por las grandes aerolíneas.
El desenlace de Silver Airways pone sobre la mesa la necesidad de una visión clara y realista a la hora de acometer reestructuraciones empresariales en sectores tan intensivos en capital como el aéreo. A pesar de las buenas intenciones declaradas al iniciar el proceso de bancarrota, la falta de continuidad operativa y de compromiso inversor por parte de la nueva propiedad ha frustrado la posible recuperación de la aerolínea.
Además, plantea interrogantes sobre el papel que pueden jugar las autoridades regulatorias para garantizar que procesos de este tipo no dejen desamparados a empleados, pasajeros y destinos que dependen de estas conexiones.
Una despedida silenciosa
A diferencia de otras aerolíneas cuyo final estuvo acompañado de homenajes o vuelos simbólicos de despedida, el final de Silver Airways ha sido discreto y repentino. Sin ceremonia, sin ruido y con un mensaje frío en redes sociales, la empresa que durante más de una década surcó los cielos del sur de Estados Unidos y el Caribe ha dicho adiós para siempre.
Su historia queda como un recordatorio de lo complejo y vulnerable que puede ser el negocio de la aviación, incluso para aquellas compañías que lograron tejer una red sólida de operaciones. Para sus pasajeros más fieles, y para los rincones a los que llegaba, Silver Airways será recordada como una pieza clave en la conectividad aérea que hoy se apaga definitivamente.