Telefónica encuentra más competencia de la prevista en el negocio de la España vaciada

La competencia en el mundo rural ha estallado de manera muy fuerte, y ahora existe una gran rivalidad en el negocio de la fibra

Telefónica

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Sin mucha gente, pero con fibra. La denominada España vaciada está presenciando cómo diversos operadores de telefonía quieren invertir en sus regiones. Llevados por las ayudas públicas, pero también por captar el negocio que falta, los Adamo, Avatel o el ya veterano MásMóvil meten cada vez más presión a Telefónica, que hasta ahora había sido el gran dominador. 

De hecho, el operador azul se las prometía muy felices cuando recientemente vendió parte de su infraestructura a Vauban Infrastructure Partners y Crédit Agricole Assurance. Así, según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL, la intención de Telefónica era seguir ganando valor y fuerza con la sociedad creada para gestionar la fibra rural, Bluevia y, de esta manera, generar una mayor potencial rentabilidad para sus socios. Los que están, y los que pueden entrar. 

Pero se ha encontrado con la pujanza de una serie de operadores que meten presión en un negocio, que no es sencillo, y cuyo margen económico con respecto a la inversión que se debe realizar es baja. En este apartado destaca Adamo. La compañía con sede en Barcelona, controlado por el ‘private equity’ galo Ardian Infrastructure, repite como principal adjudicatario de las subvenciones comunitarias para instalar fibra óptica en el ámbito rural. 

Así lo ha ratificado el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital que nombra a la compañía como la operadora beneficiaria de la segunda convocatoria del Programa ÚNICO-Banda Ancha, que pretende llevar internet de alta velocidad a más de 312.000 viviendas de 17 provincias españolas

Esta edición cuenta con una inversión de 98 M€ de fondos comunitarios procedentes del Fondo Next Generation EU, a los que se suman otros 45 M€ de capital propio que Adamo pondrá a disposición de los proyectos. Para la ejecución de estos trabajos, la compañía dispondrá de un plazo que incluye los años 2023 y 2024, enmarcándose esta concesión dentro del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia. 

Así, Adamo vuelve a poner el foco en el desarrollo y suministro de fibra óptica ultrarrápida en zonas rurales con poca conectividad. Sin ir más lejos, de los 312.000 hogares que se beneficiarán de esta segunda convocatoria, más de 241.000 cuentan con una conexión de baja velocidad o carecen de cualquiera y están localizados en zonas vinculadas a la llamada España vaciada, zona prioritaria para la compañía. En concreto, las provincias que le han sido adjudicadas son Almería, Sevilla, Badajoz, Toledo, Ávila, León, Valladolid, Salamanca, Zamora, Asturias, Cantabria, Lugo, Navarra, Valencia, Murcia, Girona y Tarragona. 

Más competencia para Telefónica 

Pero Adamo no es el único operador que quiere plantar cara a Telefónica en la España vaciada. Avatel ha tenido un diciembre muy movido a nivel de anuncios estratégicos, precisamente, en zonas rurales

La compañía conectará con internet de alta velocidad a 104.467 hogares y empresas de Andalucía que actualmente no cuentan con ningún acceso a Internet o que tienen una baja conectividad. El despliegue se enmarca dentro del Programa ÚNICO Banda-Ancha. 

También con esas ayudas, proporcionará internet de alta velocidad a 67.951 hogares y empresas de Galicia. Y a principios de diciembre se conoció que ha sido adjudicataria en la región de Castilla y León. El programa permitirá llevar conectividad de alta velocidad a 14.353 hogares y empresas de Soria y Palencia para disminuir la brecha digital en 70 municipios como Arcos de Jalón, San Pedro de Manrique, Montejo de Tiermes y San Esteban de Gormaz, donde se desplegarán más de 900 UUIIs respectivamente. 

Por si estos competidores fueran poco, desde hace años MásMóvil también ha centrado parte de su estrategia en el desarrollo del negocio rural. Lo ha hecho a través de terceros, con acuerdos o revendiendo accesos mayoristas. Además, con las adquisiciones de Euskaltel, y las integraciones de R y Telecable ha conseguido una fuerte huella en el norte. Todo supone más presión para Telefónica.

Raúl Masa

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