Turquía acelera su ofensiva en España: del 26% de Air Europa al contrato de 2.600 millones con Airbus
Dos operaciones millonarias en defensa y aviación civil consolidan la entrada del capital y la industria turca en sectores estratégicos de la economía española
Montaje realizado por Economía Digital.
La presencia de Turquía en sectores estratégicos de la economía española ha dado en los últimos meses un salto cuantitativo y cualitativo con la adjudicación a la unión de Airbus y Turkish Aerospace Industries (TAI) de un contrato de 2.600 millones de euros para el Ejército del Aire y del Espacio y la entrada de Turkish Airlines en el capital de Air Europa con una participación cercana al 26% por 300 millones.
Dos movimientos distintos, pero convergentes, que consolidan a Ankara como un actor relevante en la aviación civil y militar española.
El Gobierno ha adjudicado a la UTE formada por Airbus y TAI el desarrollo del nuevo Sistema Integrado de Entrenamiento (ITS-C), destinado a sustituir a los históricos Northrop F-5 que durante décadas han sustentado la formación en la fase de Caza y Ataque de los pilotos militares españoles.
El contrato, valorado en 2.600 millones de euros, se desplegará a lo largo de los próximos diez años e incluye aeronaves de entrenamiento avanzado, simuladores de última generación y un completo sistema de apoyo logístico.

La adjudicación se ha realizado mediante un procedimiento negociado sin publicidad, con una única oferta presentada. El Ministerio de Defensa ha defendido la decisión aludiendo a la capacidad técnica exclusiva del consorcio para integrar sistemas de alta complejidad y adaptar la plataforma a los requisitos específicos del Ejército del Aire y del Espacio.
Airbus liderará el proyecto desde el punto de vista industrial y coordinará la producción, el mantenimiento y la logística desde su centro de Getafe (Madrid). TAI, uno de los principales actores del sector aeroespacial turco, aportará su experiencia en el diseño de aeronaves de entrenamiento y simuladores avanzados, con el Hürjet como base del sistema.
Apenas unos meses antes, Turquía había dado otro paso relevante en España, esta vez en la aviación comercial.
Air Europa ha cerrado definitivamente el acuerdo anunciado en agosto con Turkish Airlines, por el que la aerolínea turca tomará cerca del 26% del capital de la compañía de Globalia a cambio de 300 millones de euros.

La operación valora Air Europa en 1.175 millones, una cifra superior a la pactada por IAG antes de la pandemia, en una compra frustrada que nunca superó el filtro de la competencia europea.
Tras la transacción, la familia Hidalgo mantendrá el control de la aerolínea con el 54% del capital, mientras que IAG conservará su 20% mediante la compra de acciones a Globalia.
Turkish Airlines se convertirá así en el segundo accionista de Air Europa, a través de un préstamo canjeable que se transformará en participación una vez obtenidas las autorizaciones regulatorias, incluido el visto bueno del Gobierno a través de la Junta de Inversiones Extranjeras (Jinvex).
Desde el punto de vista industrial, la entrada de Turkish refuerza la posición de Air Europa en un mercado tensionado por la escasez de aviones y de capacidad de leasing.
Turquía despliega su poder en España
La adjudicación del sistema de entrenamiento militar a la alianza Airbus-TAI y la entrada de Turkish Airlines en el capital de Air Europa evidencian un mismo patrón: Turquía ha logrado posicionarse en dos ámbitos clave de la economía española —defensa y aviación comercial— mediante alianzas industriales, inversiones relevantes y un encaje cuidadoso en el marco regulatorio europeo.
Sin control directo, pero con influencia creciente, Ankara refuerza su papel como socio estratégico en España en un momento de replanteamiento de las cadenas industriales y de vigilancia reforzada sobre los activos considerados sensibles.