Vodafone convierte su parking en negocio: alquila plazas junto al Metropolitano en días de partido
La operadora saca rentabilidad a su aparcamiento y ofrece a los seguidores rojiblancos una opción más barata al colapsado parking oficial
Exterior del estadio, ahora denominado, Riyadh Air Metropolitano.
La escasez de aparcamiento en los alrededores del estadio Cívitas Metropolitano ha sido uno de los grandes quebraderos de cabeza desde que el Atlético de Madrid se mudó al barrio de San Blas-Canillejas en 2017. Con una capacidad de casi 70.000 espectadores, el estadio rojiblanco se llena cada jornada, y los accesos por carretera se saturan con miles de coches que buscan un hueco donde estacionar.
Hasta ahora, el gran parking oficial del club, con poco más de 3.000 plazas, resultaba claramente insuficiente. A esto se suma que no es precisamente barato: un abono de temporada supera los 500 euros y el aparcamiento por partido cuesta más de 30 euros. El resultado es que muchos seguidores han optado por arriesgarse a buscar sitio en calles cercanas, colapsando los barrios de Las Musas y Las Rosas.
En este contexto, Vodafone ha decidido sacar partido a sus instalaciones en Madrid. La operadora ha llegado a un acuerdo con el Atlético de Madrid para poner a disposición de los aficionados parte de su aparcamiento corporativo, situado junto a la A-2 y muy próximo a la M-40. Se trata de un emplazamiento que, aunque no está pegado al estadio, se encuentra a unos 25 minutos andando por un recorrido habilitado y seguro.
El precio también es un aliciente: el abono de temporada en este parking cuesta 245 euros, prácticamente la mitad de lo que se paga en el del Metropolitano. Eso sí, Vodafone no ofrece plazas sueltas para partidos concretos: únicamente es posible acceder mediante el pase anual.
Una estrategia beneficiosa para ambas partes
Según fuentes consultadas, el Atlético de Madrid paga a Vodafone un canon anual por cada vehículo que se aparque en sus instalaciones. De esta forma, el club gana nuevas opciones de aparcamiento para sus socios y la compañía de telecomunicaciones monetiza un espacio que, en fines de semana, quedaba vacío.
Además, este acuerdo se plantea como una medida para descongestionar los accesos inmediatos al estadio, especialmente para quienes llegan por la M-40 norte. Desde ahí, los conductores pueden entrar al recinto de Vodafone sin sufrir los embotellamientos habituales de las calles más próximas al Metropolitano.
Pese a estos esfuerzos, los vecinos de San Blas-Canillejas continúan mostrando su malestar. Las asociaciones locales llevan meses advirtiendo de las consecuencias negativas que soportan los residentes cada jornada: ruido, tráfico incesante, basura en la vía pública y la imposibilidad de aparcar en sus propias calles.
La plataforma ciudadana que agrupa a los afectados, visible sobre todo a través de la cuenta de X (antes Twitter) @RuidoAtleti, insiste en que sus quejas no van contra el club ni contra los aficionados, sino contra la falta de soluciones efectivas por parte de las instituciones. Denuncian que la convivencia se resiente y que los días de partido el barrio “se convierte en un caos ingobernable”.
El Atlético y el Ayuntamiento rebajan las críticas
Ante las quejas, el club rojiblanco asegura que cumple con toda la normativa en materia de ruido y tráfico. Recuerda que el estadio se diseñó con paneles acústicos y con un perímetro amplio para reducir molestias. Además, subraya que no existen denuncias formales ni actas de infracción que acrediten incumplimientos.
Por su parte, el Ayuntamiento de Madrid, con el alcalde Martínez-Almeida y la vicealcaldesa Sanz a la cabeza, confirma que hasta ahora no se han detectado irregularidades en los eventos celebrados en el Metropolitano. Sostienen que los conciertos y partidos se realizan dentro del marco legal establecido.
Aun así, los vecinos han advertido que están dispuestos a acudir a los tribunales si no se aplican medidas concretas de insonorización, mejoras en el transporte público y soluciones de movilidad y aparcamiento.
El acuerdo entre Vodafone y el Atlético de Madrid es un ejemplo de cómo las grandes empresas pueden rentabilizar espacios infrautilizados mientras contribuyen a aliviar la saturación urbana. De funcionar con éxito, podría abrir la puerta a pactos similares con otras compañías con sede en el entorno del estadio.
Para los aficionados, el beneficio es claro: más opciones, precios más asequibles y la tranquilidad de contar con una plaza asegurada. Para Vodafone, supone diversificar sus ingresos y proyectar una imagen de cercanía con la comunidad madrileña y con el deporte.
Una muestra de la transformación urbana
La historia del aparcamiento en torno al Metropolitano es también reflejo de cómo los grandes estadios transforman la vida de un barrio. Desde su inauguración, San Blas-Canillejas ha experimentado un auge de visitantes, nuevas oportunidades de negocio y, al mismo tiempo, tensiones vecinales. La gestión del tráfico y el aparcamiento se ha convertido en un reto constante que exige soluciones creativas y colaboración público-privada.
El nuevo parking de Vodafone no resolverá por sí solo el problema estructural de movilidad en los alrededores del estadio, pero es un paso más hacia una estrategia más amplia. Lo que está claro es que, cada vez más, los días de partido se han convertido en un fenómeno que trasciende lo deportivo y afecta de lleno a la vida cotidiana de miles de madrileños.