Las fusiones bancarias calientan el precio de venta de Caser

La concentración bancaria vivida en España en los últimos años presiona al sector asegurador porque reduce las posibilidades de pactos

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El consejo de Caser se ha ido de puente con dos ofertas lacradas para comprar la aseguradora. Las pujas, presentadas por Helvetia y Aegas podrían valorar a la compañía por encima de los 1.100 millones. De confirmarse el precio más elevado, la oferta superaría lo que se había estimado en un principio y debería generar plusvalías relevantes para los vendedores -y también para aquellos que se quedan en el capital- dependiendo de la valoración actual en su balance.

Indirectamente, Moody’s dio este viernes una pista clara sobre las razones de la subida del precio del Caser: cada vez existen menos bancos con los que llegar a acuerdos de distribución; y eso complica el negocio de las aseguradoras, cuyos ingresos están muy ligados a las alianzas con las entidades financieras. Caser, por ejemplo, es socia de Unicaja, Liberbank, Ibercaja o Abanca en diferentes ramos de seguros.

La entidad presididad por Juan Carlos Escotet (que en principio es vendedora en el proceso) acaba de firmar una alianza con Crédit Agricole en seguros que, sin embargo, podría condicionar en algunos aspectos los acuerdos con Caser. La aseguradora, por su parte, ha ampliado su red de distribución con un reciente pacto con Crédit Andorra para entrar en el negocio de vida. En principio, Unicaja, Liberbank e Ibercaja continuarán en el capital de Caser, lo que daría continuidad al acuerdo de distribución.

Incluso, aunque se pudiera volver a retomar el proyecto de fusión entre Liberbank y Unicaja, con el que se ha vuelto a especular en los últimos días, la intención del nuevo grupo sería permanecer en el capital de Caser. Si se retomara la idea del primer intento de integración, suspendido en mayo, este movimiento no debería cambiar el escenario.

Aunque tuvieran que reducir su participación (si Unicaja y Liberbank se integran controlarían juntos el 22% del capital) para evitar ser penalizados en términos de capital, su intención sería permanecer en el mismo. 

Las aseguradoras, dependientes de la banca

De acuerdo con Moody’s, hasta un 38% de los ingresos de las aseguradoras que operan en España durante 2018 vino de los acuerdos en bancaseguros con los bancos. Con pocas entidades gestionando una aseguradora propia –Caixabank y Bankinter sí cuentan con sus propias entidades, VidaCaixa y Línea Directa-, las fusiones están provocando tensiones para el sector de seguros, según Moody’s, porque provoca renegociaciones o ceses de contratos.

La propia Caser se vio afectada por el impacto negativo de una fusión. Cuando Bankia adquirió Banco Mare Nostrum rompió su acuerdo de distribución de pólizas de no vida y puso en marcha otro pacto con Mapfre. 

Uno de los divorcios más caros de este año ha sido la ruptura del acuerdo de distribución de seguros de Allianz y el Banco Popular. La compra del segundo por parte de Banco Santander provocó la ruptura del pacto con el gigante alemán, al que la entidad presidida por Ana Botín indemnizará con unos 1.000 millones de euros. Ahora se especula con que Allianz podría quedarse con el acuerdo de seguros de BBVA, aunque la operación se está retrasando.

Moody’s, por el lado positivo, señala que las aseguradoras españolas son rentables y cuentan con buenos niveles de capital.

 

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