Unicaja, Liberbank, Abanca o Ibercaja están mejor casadas que solteras

Moody's se lo pone fácil a la banca mediana: cree que cualquier combinación les ayudaría a reducir costes y elevar la rentabilidad como les pide el BCE

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No hay nada mejor en la vida que tener múltiples opciones para elegir y Moody’s se las da todas a la banca mediana española (Unicaja, Liberbank, Abanca e Ibercaja). «Una combinación entre cualquiera de los cuatros bancos podría generar una reducción material del tamaño de los costes combinados de estructura, lo que ayudaría a impulsar la rentabilidad», señala este jueves en un informe en el que analiza el sector.

El análisis de la agencia parece claro: mejor juntos que separados, a pesar de que la banca española está demostrando que no es suficientemente ágil impulsando fusiones y todas las entidades defienden su viabilidad y atractivo en solitario. Por el momento, ni ha salido adelante la fusión entre Unicaja y Liberbank, ni el segundo ha vuelto a recibir una oferta de Abanca después de echar hacia atrás la que estaba sobre la mesa.

Pero ni los analistas ni tampoco los reguladores pierden la esperanza de ir de boda. Con el cambio en la expectativas de tipos de interés, parece un paso lógico para lograr una mayor rentabilidad. Y los reguladores ya empiezan a estar preocupados por ello.

Hace pocos días, el vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, insistía en que la baja rentabilidad del sector se ha convertido en uno de los mayores riesgos para el sistema financiero europeo. Sin nombrar a nadie, insistió en la necesidad de mejorar la eficiencia a través de la reducción de la capacidad, que difícilmente se puede hacer sin reducir plantilla y red -al estilo del Santander y Caixabank-, o a través de fusiones, que suelen generar recortes de costes similares y además sinergias operativas.

La banca, sin embargo, se queja de la falta de ayuda que reciben para las fusiones. Por ejemplo, uno de los puntos claves del fracaso de la integración de Liberbank y Unicaja fueron las exigencias de capital. El regulador quería que la nueva entidad contara con el ratio de capital más elevado entre los dos -el de Unicaja- y eso podía forzar una ampliación de capital dilutiva para los principales accionistas y costosa teniendo en cuenta los bajos precios a los que cotiza el sector. Esa perspectiva acabó por complicar un acuerdo sobre el precio.

Unicaja y Abanca, distinto punto de partida

De acuerdo con los analistas de Moody’s, aunque cualquier fusión podría ayudar a mejorar la rentabilidad de las combinadas, no todos los bancos parten de la misma posición. Por ejemplo, la calificadora destaca que Unicaja y Abanca están mejor capitalizadas que sus competidoras, pero Moody’s reconoce que su análisis está influido por el gran volumen de DTAs (Deferred Tax Assets) que acumulan.

Los bancos pagan una prima anual para poder computar estos activos fiscales, generados por pérdidas en el pasado, como capital de máxima calidad.

Respecto a Ibercaja, Moody’s anticipa que se convertirá en un candidato a una fusión en el momento en que ponga un pie en el parqué. El banco confirmó hace pocos días que mantiene sus planes de salir a bolsa a pesar de las bajas valoraciones a las que cotiza el sector, aunque insiste en que prefiere mantenerse soltera.

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