Boom de inversiones de fabricantes eólicos en Portugal en plena huida de Gamesa y Vestas de Galicia

Un grupo coreano compra la lusa ASM y sus plantas en Aveiro y se suma así a las inversiones millonarias de Gamesa y Vestas en el país tras cerrar sus dos fábricas en Galicia

Vestas Viveiro

Varios empleados de la factoría de aerogeneradores Vestas se manifiestan este miércoles en Viveiro (Lugo) en el primer día de movilizaciones tras el anuncio por parte de la empresa de un Erte que afectaría a la totalidad de los 115 empleados / EFE (Emilio Pérez Vázquez)

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Portugal toma una posición de cabeza ante la avalancha de megavatios eólicos en medio mundo. El país vecino ha acogido en los últimos años inversiones millonarios de los dos principales fabricantes de componentes para parques eólicos a nivel europeo (Siemens Gamesa y Vestas), que refuerzan su apuesta por el país luso en plena retirada de Galicia.

Pero además del impulso de estas dos multinacionales, Portugal también ha atraído el interés de la firma CS Wind, que ha echado la red al principal fabricante de torres eólicas del país vecino. Se trata de A. Silva Matos (ASM Industries), grupo por el que la coreana CS Wind ha desembolsado unos 47 millones de euros a cambio de hacerse con el 60% de sus acciones, según recalcan medios portugueses como Dinheiro Vivo.

Con esta operación el grupo coreano se convierte en el accionista mayoritario de una firma que cuenta con dos fábricas de torres eólicas en Aveiro (en los municipios de Sever do Vouga y en Porto de Aveiro) y que aspira a convertirse en la principal empresa del sector de toda Europa.

«La integración de ASM Industries en este grupo de renombre y líder mundial en la producción de torres eólicas es un paso estratégico que nos permite continuar avanzando en nuestro camino de crecimiento y consolidación en una industria muy desafiante y exigente», apuntó Adelino Costa Matos, CEO de la firma lusa. A su juicio, se trata de la decisión «acertada para posibilitar que ASM Industries gane dimensión crítica y alcance su objetivo de ser el mayor fabricante de torres eólicas de Europa«.

Gamesa y la sombra de la «deslocalización»

La operación de CS Wind representa la última gran inversión que recibe Portugal en su boom de fabricantes eólicos. Y es que la propia Siemens Gamesa anunció este verano la puesta en marcha de una inversión de 35 millones de euros en la antigua factoría de Ria Blades, situada en Vagos (región del Algarve), que la multinacional adquirió en 2019.

El objetivo de la compañía es adaptar este centro de trabajo a la fabricación de su nueva gama de palas de gran dimensión (entre 75 y 83 metros) para parques eólicos onshore (terrestres). Además, el movimiento permitirá ganar capacidad productiva, motivo por el cual prevé crear otros 100 empleos que se sumarían a los 700 con los que ya contaba a mediados de este año.

Siemens Gamesa se hace fuerte en Portugal después de que el pasado mes de marzo consumase el cierre de su complejo de As Somozas (A Coruña). La decisión implicó la destrucción de 215 puestos de trabajo en Ferrolterra, en un movimiento que los sindicatos tildaron de «deslocalización de libro». De hecho, la propia compañía ofreció a los trabajadores de As Somozas la posibilidad de ser trasladados a esta factoría portuguesa para evitar los despidos, una iniciativa que solo logró cubrir 3 de los 104 puestos ofertados.

Vestas apuesta por el I+D en Porto

A estas inversiones en fábricas de palas (Siemens Gamesa) y torres (CS Wind con la compra de ASM Industries), Portugal completa el círculo con el Vestas. UGT aseguró el pasado mes de septiembre que la decisión de esta última de cerrar su fábrica de aerogeneradores en Viveiro se trataba de una deslocalización en favor de China y la propia Portugal, país en el que hace cuatro años anunció la puesta en marcha un centro de I+D tras una inversión de hasta diez millones de euros.

Las instalaciones forman parte de la red de ingeniería que despliega también en Alemania, Dinamarca, India o Reino Unido, a través de los cuales promueve la innovación y formación para el desarrollo de nuevos productos, convirtiendo así a Portugal en una de las puntas de lanza de su proyecto de I+D.

Los fondos se alejan de Viveiro

En paralelo, Vestas ya ha comenzado a entregar las cartas de despido a sus trabajadores de Viveiro mientras enfría las expectativas sobre el posible desembarco de un nuevo comprador. La compañía informó este jueves de que, de los tres fondos de inversión propuestos por la Xunta y KPMG, dos desecharon la posibilidad de comprar la planta al no encajar dentro de su política de inversión mientras que un tercero ni siquiera se presentó en la reunión prevista.

La compañía reitera su propósito de cesar la producción el 31 de diciembre para convertir la planta en un centro de operación y mantenimiento y, a cambio, «se compromete a seguir colaborando para facilitar las condiciones de venta y transmisión de equipos e instalaciones«, e indica que «mantiene su compromiso de alargar el proceso de búsqueda de un inversor hasta finales de 2022».

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