De Cebrián a Monzón: por qué ‘las reglas’ de Prisa están a prueba

Los códigos de Prisa pueden ser papel mojado si Monzón no dimite. El dueño de 'El País' ya fue cuestionado durante el mandato de Cebrián

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La imputación del presidente no ejecutivo de Prisa, Javier Monzón, en la trama Púnica ha dejado en suspense su continuidad al frente del consejo de administración del propietario de El País y la Cadena Ser. Su posición es complicada porque las reglas fijadas por el grupo de medios son claras respecto a qué hacer en estas situaciones, pero la compañía sigue sin mover ficha.

Existe un precedente que invita a pensar que, ante una crisis reputacional, el consejo de administración pueda mantenerse impasible y no cuestionar la figura de Monzón. Lo protagonizó el expresidente de Prisa, Juan Luis Cebrián, cuando salió a la luz la filtración masiva de los Papeles de Panamá, liderada por el Consorcio de Periodistas de Investigación (ICIJ) y en la que colaboraron medios españoles como El Confidencial y La Sexta.

Cebrián, entonces más cómodo en Prisa —Joseph Oughourlian (Amber Capital) todavía no se sentaba en el consejo—, fue salpicado por este escándalo. Con la aparición del nombre de su exmujer en los papeles, fue acusado de participar en la sociedad Star Petroleum, ligada al empresario español de origen iraní Massoud Zandi y conectada con el paraíso fiscal de las Islas Seychelles.

El código ético del grupo Prisa era muy claro en sus directrices para los periodos de crisis, definidos como una situación que «pueda suponer un daño en la imagen y reputación de cualquier empresa del grupo». También prohibía a los profesionales de la compañía, incluyendo a los consejeros de administración consejeros y directivos, cualquier conexión con «sociedades o tener cuentas bancarias en paraísos fiscales».

Extracto del código ético de Prisa.

Esta norma fue aprobada por el consejo de administración de Prisa el 18 de diciembre de 2015 y dos días después Cebrián dimitió del consejo de administración de dicha petrolera. No obstante, no fue hasta el 2017, de acuerdo a la información publicada, cuando se deshizo de sus acciones.

Además, según explicó eldiario.es, Prisa tampoco aclaró si Cebrían había pedido autorización expresa a la compañía para administrar Star Petroleum, donde ostentaba el 2% del capital. El diario digital dirigido por Ignacio Escolar afirmó que en los contratos firmados entre Prisa y su presidente se exigía que «el administrador no podrá celebrar en su propio interés (…) contratos laborales, mercantiles o civiles con otras empresas o entidades (…) salvo autorización expresa del consejo de administración».

Cebrián, fundador y primer director de El País, no abandonaría todos sus cargos en Prisa hasta el 21 de mayo de 2018, para pasar a ser presidente de honor. El consejo de administración había previsto a principios de abril prorrogar su contrato hasta 2020.

Respecto a su implicación en Los Papeles de Panamá, siempre negó que su nombre apareciera. En una entrevista con Jordi Évole en La Sexta afirmó que «jamás» tuvo nada que ver y en otra con Carlos Alsina en Onda Cero, en la que mantuvo esta versión, se negó a dar más detalles sobre su relación con la petrolera Star Petroleum. «No he venido aquí a dar explicaciones de mi patrimonio personal», aseguró. En enero de este año se conoció que perdió en los tribunales contra El Confidencial.

Monzón y la Púnica

Aquel capítulo invita a pensar qué sucederá con Monzón. La crisis reputacional se ha generado en este caso porque el juez Manuel García Castellón lo ha imputado en la causa de la caja b del PP madrileño por su gestión como presidente de Indra

La posición de Prisa sigue siendo la misma desde el día que se conoció la imputación: «El sistema de gobierno corporativo de Prisa contempla estas situaciones. El consejo de administración aplicará en todo momento lo previsto en su reglamento», explicaron de manera breve.

Monzón declarará  el próximo 4 de octubre por su papel al frente de la compañía del IBEX, que también ha sido imputada como persona jurídica. La compañía, tras la llegada de Fernando Abril-Martorell como su sustituto, impulsó un nuevo código ético para limpiar la compañía de prácticas poco deseables.

En el conflicto actual, el reglamento del consejo de administración [consultar aquí] es claro sobre la situación que atraviesa. “Todo consejero deberá informar a la sociedad, a través del secretario del consejo de administración, en el caso de que fuera llamado como investigado».

El mismo reglamento también deja claro cuáles son los siguientes pasos. «Se examinará esta circunstancia tan pronto como sea posible» y se adoptarán «las decisiones que considere más oportunas en función del interés social”. 

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