El Gobierno sigue el modelo de Arcelor y trabaja con Altri para desbloquear ayudas europeas

Industria aclara que está en conversaciones con la pastera lusa ante “la posibilidad de obtención de determinadas ayudas que están supeditadas a una previa aprobación favorable por parte de la Comisión Europea”

José Soares de Pina, consejero delegado de Altri / Altri

José Soares de Pina, consejero delegado de Altri / Altri

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La secretaria de Estado de Industria, Rebeca Torró, aseguró en el Congreso que el Gobierno central “trabaja” con Altri para poder enviar a la Comisión Europea “un proyecto bien cerrado” que abra la puerta a ayudas públicas para poder levantar la planta de fibras textiles que plantea en Palas de Rei (Lugo). Pero, ¿por qué es necesario que la propuesta de la compañía lusa reciba el plácet de Bruselas? En realidad, no se trata de un proceso novedoso ya que el Ejecutivo tuvo que ponerlo en marcha para poder dar compensaciones públicas a Arcelor Mittal, que recibió 450 millones de euros para la ejecución de una propuesta de hidrógeno circular en Asturias.

Desde el Ministerio de Industria explican a Economía Digital Galicia que “el proyecto de Altri será evaluado con el mismo rigor y con los mismos criterios técnicos, medioambientales y de solvencia con que son evaluadas todas las iniciativas presentadas y, por supuesto, se guardará absoluto respeto a la normativa vigente”. De esta forma, el Ejecutivo parece dejar claro que será imparcial a la hora de analizar el proyecto de la fábrica de fibras textiles y pasta celulósica de la compañía lusa, que ha despertado el rechazo en Galicia de distintos colectivos ambientalistas y sindicatos además de partidos políticos, el BNG de una forma más frontal, pero también el PSdeG.

Al margen de las críticas por el supuesto impacto ambiental que generaría, principalmente según sus detractores en el río Ulla, el proyecto de la fábrica de fibras textiles atraviesa ahora los perceptivos trámites administrativos. A principios de marzo la Xunta de Galicia abrió a exposición pública la solicitud de Autorización Ambiental Integrada (AAI), el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y la declaración de utilidad pública para el complejo industrial y, durante un mes, los distintos colectivos pudieron presentar sus alegaciones al respecto que ahora deben ser respondidas.

Ayudas que dependen de Bruselas

Pero, más allá de que Altri consiga los necesarios permisos ambientales para poder levantar su planta en Palas de Rei, la compañía siempre ha asegurado que la captación de ayudas públicas es una condición imprescindible para poder asentarse en Galicia. Y, con un presupuesto que roza los mil millones de euros, sostienen que sería preciso alcanzar una horquilla de entre 200 y 250 millones de euros, una cantidad que dentro de los PERTE del Gobierno apenas han recibido compañías fuera del ámbito de la automoción.

A este respecto, explica el departamento de Jordi Hereu que “se trabaja con la empresa para analizar las posibles líneas de ayuda a las que podría optar”. “Entre otras cuestiones, se trabaja con Altri la posibilidad de obtención de determinadas ayudas que están supeditadas a una previa aprobación favorable por parte de la Comisión Europea”.

El precedente de Arcelor

Aunque Industria no especifica más al respecto, distintas fuentes consultadas por Economía Digital Galicia, indican que, básicamente, lo que estaría buscando ahora el Ejecutivo central es negociar con la Comisión Europea, si Altri supera los filtros ambientales requeridos, que esta permitiera a España hacer alguna modificación en su Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, aprobado por Bruselas, de forma que el proyecto de la pastera lusa encajase en alguna línea específica y pudiese recibir ayudas, algo que hasta ahora no parecía garantizado. A su manera, algo parecido a lo que se hizo con Arcelor Mittal.

En febrero del año pasado, la Comisión Europea aprobó una ayuda estatal española de 460 millones de euros para ayudar a Arcelor Mittal a construir en Asturias una planta de hierro de reducción directa a base de hidrógeno renovable. En este caso, España solicitó a Bruselas esta ayuda en forma de subvención directa para aprobar el proyecto de Arcelor destinado a descarbonizar parcialmente su producción de acero en Xixón.

Posteriormente, a principios de abril de 2023, el Consejo de Ministros aprobó un real decreto por el que se regulaba una concesión directa de 450 millones para la ejecución del proyecto de hidrógeno verde de Arcelor, una ayuda que se enmarcaba, no obstante, dentro del denominado PERTE de la Descarbonización.

El caso particular de Altri

Las fuentes consultadas por este medio ven complicado que el Gobierno solicite en este caso una ayuda directa para Altri, pero sí creen que estará apostando por alguna modificación por el que el proyecto pudiera tener cabida en alguna línea de los PERTE obteniendo una cantidad de fondos más alta.

Hay que recordar que a finales de 2022, el Ministerio de Industria, en aquel momento dirigido por Reyes Maroto, habría planteado a la compañía portuguesa fraccionar el proyecto en 17 miniproyectos que podrían encajar en diferentes PERTES con los que captar recursos, un proceso que parecía complicado de abordar por parte del grupo pastero ya que no aseguraba que pudiera conseguir los fondos públicos que considera necesarios para abordar un proyecto que, según la Xunta, es pionero a nivel mundial y será clave para la industria textil y forestal de Galicia y norte de Portugal.

La incógnita de Red Eléctrica

Al margen de las obligatorias exigencias ambientales y las ayudas europeas, desde el PP insisten en que para garantizar que el proyecto salga adelante, el Ministerio de Transición Ecológica debe incluir una nueva subestación eléctrica para dar servicio a la fábrica en Palas de Rei dentro del nuevo Plan de Desarrollo de la Red de Transporte de Energía Eléctrica.

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