El otro filón de Copasa: gana 3 millones con las autovías de la Xunta

La constructora ourensana logra un tercio de su beneficio con las autovías de Celanova, Salnés y Costa da Morte y sus peajes en sombra

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Copasa es el rey gallego de las autovías gallegas. La constructora ourensana controla la Autovía da Costa da Morte (Aucom), la Autovía do Salnés (Ausal) y la Autovía de Celanova (Aucel), que, pese a ser aparentemente gratuitos para el usuario, acaban dejando beneficios millonarios en sus arcas a través de los llamados peajes en sombra que cada año abona la Xunta de Galicia.

Copasa cifra en 6,42 millones de euros los beneficios logrados por estas tres infraestructuras que opera mediante consorcios. De esta cantidad, 3,32 millones van a parar a ganancias para la firma ourensana (los otros 3,1 millones corresponden a sus socios), lo que representa algo más de una tercera parte de los casi nueve millones de euros de beneficios logrados en 2018. 

La autovía más rentable para Copasa ha sido la de la Costa da Morte. El año pasado le reportó unos beneficios de 2,73 millones a la firma ourensana, que a comienzos de este año tomó una posición de control (50%) de esta infraestructura tras hacerse con el 10% que estaba en manos de CRC, filial de Civis Corporation, firma, esta última, que se mantiene en el accionariado junto a Taboada y Ramos y Covsa. 

La firma capitaneada por José Luis Suárez se embolsó otros 0,63 millones de euros con la Autovía do Salnés (participada también por Abanca y Puentes y Calzadas) y otros 0,59 millones por la Autovía de Celanova, participada al 70% por la firma ourensana.

De Sacyr a ACS y Hermes

Copasa sostiene las cuentas de resultados de estas infraestructuras con los ingresos que cada año le dedica la Xunta de Galicia vía Orzamentos. Las cuentas públicas recogen un calendario de pagos para compensar a las concesionarias por los costes en la construcción, mantenimiento y conservación de estos viales.

Los peajes en la sombra son una fórmula que permite estirar el calendario de pagos y ayuda a la administración autonómica a cumplir con mayor holgura las restricciones presupuestarias. Es por ello que la Xunta recurre a esta vía para financiar otras dos autovías clave en la red viaria gallega. Se trata de la autovía Santiago-Brión, de la que el fondo Hermes compró la semana pasada el 74% de las acciones en manos del grupo ACS (presidido por Florentino Pérez) en un movimiento que implicó el traspaso de otras cuatro autovías y que reportó unas plusvalías de 40 millones de euros a la firma capitaneada por el presidente del Real Madrid.

El puzzle de las autovías con peajes en sombra en Galicia lo completa la Autovía do Barbanza, propiedad de Sacyr, que se desmarca de la buena marcha del resto y cerró el año 2018 con unas pérdidas de 2,15 millones de euros.

Otros 64 millones de la Xunta

Los Orzamentos de la Xunta de Galicia para el año 2020 contemplan un desembolso de 64 millones de euros para estos cinco viales. La mayor parte (24,26 millones de euros) irá a parar a la Autovía da Costa da Morte, seguida del tramo Santiago-Brión (12,74 millones), la Autovía do Barbanza (11,17 millones), la Autovía de Celanova (10,02 millones) y la Autovía do Salnés (5,89 millones). 

Todas estas infraestructuras seguirán percibiendo fondos de la Xunta hasta, al menos el año 2035. Según el calendario de pagos que desgrana en los presupuestos, la Xunta tiene pendientes de pago un total de 1.468 millones de euros por los llamados peajes en sombra. 553,5 millones se corresponden a la Autovía da Costa da Morte, 271,3 millones a la autovía Santiago-Brión, 260,2 millones a la Autovía de Celanova, 254,1 millones a la Autovía do Barbanza y 129,3 millones a la Autovía do Salnés.

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