Sitrav, la compañía pontevedresa que lleva la digitalización a la lucha contra el fuego

La empresa desarrolla una “nariz electrónica”, un proyecto de I+D capaz de detectar incendios a través del olor gracias a un sistema de sensores entrenados en servidores de machine learning y con técnicas de inteligencia artificial

Proyecto de detección de incendios por olor de Sitrav.

Proyecto de detección de incendios por olor de Sitrav. Sitrav

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El fuego es, sin lugar a dudas, el principal enemigo del monte; y una adecuada gestión forestal , realizada de forma sostenible, es la mejor herramienta para prevenirlo y combatirlo. Al mismo tiempo, el avance de la ciencia y la tecnología  puede contribuir a  desarrollar proyectos  capaces de ayudar a la prevención temprana del fuego, de modo que, en caso de producirse, se pueden minimizar sus  efectos. Una de las empresas que trabaja en esta línea es la pontevedresa Sitrav, que está desarrollando un proyecto capaz de detectar los incendios a través del olor. 

Tal y como ha explicado el director de la compañía, Jorge Cajiao Ogando, a Economía Digital Galicia, el proyecto nace con el objetivo de digitalizar las sensaciones que percibimos con el olfato. “Es el sentido con el que primero percibimos la existencia de un incendio, incluso gracias a él podemos identificar el objeto que se está quemando (papel, madera…)”. Los sensores de esta especie de “nariz electrónica” permitirían lanzar una alerta temprana para poder apagar los fuegos a tiempo. 

La iniciativa se divide en dos partes. Una de ellas es el desarrollo del propio dispositivo y los sensores que lo integran, y otra es el proceso de aprendizaje del mismo. “Es un proyecto de I+D en el que llevamos trabajando aproximadamente dos años en los que, además de desarrollar la capa de sensores, también trabajamos en un programa de entrenamiento”. 

“Una de las cosas que hemos descubierto a lo largo de este tiempo que llevamos desarrollando la iniciativa es que los sensores que hay en el mercado para la detección de humos no nos sirven, no son tecnologías compatibles”, ha destacado Cajiao. En concreto, los que se utilizan en este proceso son capaces de detectar entre una amplia combinación de gases y muchos compuestos orgánicos. 

Estos sensores son sometidos a un proceso de entrenamiento con servidores de machine learning y de inteligencia artificial. Con los sensores del propio dispositivo y con otros de validación se genera una base de datos, un modelo propio de reconocimiento de los incendios. “Generamos ese olor para poder entrenar al sistema; es una de las partes más críticas. Es por ello que en el equipo de trabajo no solo tenemos informáticos o ingenieros electrónicos, sino que también contamos con biólogos o forestales. En definitiva, somos un equipo multidisciplinar que trabaja para conseguir digitalizar este sentido”. 

Fuente: Sitrav
Fuente: Sitrav

Más allá de la masa forestal

Este dispositivo no solo estaría pensado para su implantación en los entornos forestales. De hecho, según los planes de la compañía, las primeras instalaciones se realizarán en lo que se consideran “zonas calientes” de los núcleos urbanos de los concellos Marín y Cerdedo-Cotobade.

Además de ello, desde Sitrav están trabajando para implantar el dispositivo en otros escenarios. “En EEUU tenemos un cliente que no está solicitando el sistema para implantarlo en un parque natural. También contemplamos otras aplicaciones. Así, por ejemplo, lo estamos entrenando para un caso concreto en astilleros dentro de los espacios confinados, en los que se pueden llegar a acumular grandes cantidades de gases que pueden ser peligrosos para los operarios. En definitiva, se trata de buscar un producto que proporcione seguridad a los trabajadores”. 

Este sistema supone ir un paso más allá de los dispositivos de detección de incendios por imagen. Según ha apuntado Cajiao, en la empresa desarrollaban “la parte de hardware de este tipo de dispositivos para un cliente. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que era necesario trabajar en un proyecto que ofreciese una respuesta más inmediata ya que “cuando se puede ver el humo y el fuego, la cámara va a reconocerlo como situación de peligro, pero, generalmente, ya es tarde”. 

La compañía pontevedresa nació hace unos años en el marco del Bussines Factory Food de la Xunta haciendo proyectos de trazabilidad en la alimentación, principalmente en la pesca. Según sus previsiones, a final de año estarán ya disponibles los “prototipos funcionales” de su nariz electrónica de forma que puedan ser implementados en la próxima campaña de prevención de incendios en los núcleos urbanos de Marín y Cercedo Cotobade. “Ahora mismo tenemos el 95% de las piezas del puzle”

Beneficiario del Plan Social de Ence

El proyecto ha sido uno de los beneficiarios en la edición 2023 del Plan Social de Ence en el área de apoyo al Emprendimiento y la Innovación. “Nos están echando una mano y gracias a ello contamos con la ventaja de tener a nuestro lado a uno de los principales actores del monte, no solo en Galicia sino a nivel nacional e internacional. El apoyo de la compañía es muy importante puesto que tienes el sello de una firma que conoce y gestiona muy bien las masas forestales”, ha subrayado el director de Sitrav. 

Beneficiarios del Plan Social de Ence

La actual convocatoria del Plan Social de Ence, que cuenta con un presupuesto de 3 millones de euros, beneficia a 306 proyectos vinculados con el desarrollo y bienestar de la sociedad de Pontevedra y su entorno, 27 de los cuales están relacionados con el emprendimiento y la innovación, dos de los pilares de fundamentales de la compañía para impulsar el crecimiento y la innovación en la comarca de Pontevedra. 

Además de la iniciativa de Sitrav, también ha sido beneficiarios del Plan Social de Ence en esta área otros proyectos como el de la Asociación Mar Seguro, la Asociación Empresarios de Pontevedra y el Clúster da Madeira de Galicia entre otras.

El Plan Social, según apuntan desde la compañía, pone de manifiesto “su compromiso con el entorno”, algo que también “se hace evidente a través del aire y del agua de la Ría de Pontevedra, cuya alta calidad  evidencia cómo la actividad de la biofábrica de Ence, respetuosa y cuidadosa con el medioambiente, es plenamente compatible con la sostenibilidad”. 

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