Contas alerta: el control de la corrupción en la Xunta está a medias

El informe de Contas indica que las medidas de control interno ante la corrupción "aún necesitan de un impulso para constituir un sistema consolidado"

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El Consello de Contas encuadra en un «nivel medio» la implantación del control interno ante la corrupción en la Xunta de Galicia, al tiempo que sugiere implantar «de forma gradual» un comité de ética y una línea específica de denuncias para investigar «posibles actos contrarios a la ética institucional».

Así se expone en el diagnóstico de las estrategias de prevención de riesgos de la corrupción, un documento elaborado por el organismo fiscalizador de Galicia y que este lunes el conselleiro maior, José Antonio Redondo, ha entregado al vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda.

«Esfuerzos» que deben consolidarse

El informe correspondiente al año 2018, que también ha sido remitido al Parlamento de Galicia, valora que si bien en la Administración autonómica «existen medidas y se realizaron acciones y esfuerzos propios» para adoptar un sistema de control interno, estas están en un «nivel medio» de desarrollo y todavía «necesitan de un impulso para constituir un sistema consolidado».

En este contexto, Contas incluye entre los aspectos «que deberían abordarse de forma prioritaria» una política de integridad que dote de un «armazón común» a todos los departamentos de la Xunta y sus entidades dependientes.

Además de «actualizar y difundir» el código ético institucional ya existente, la institución fiscalizadora apela a crear «un comité de ética» que investigue las denuncias «sobre comportamiento ético y los dilemas éticos» que se presenten en la gestión pública.

Línea específica de denuncias

Seguidamente, Contas aboga por dotar a la Administración de «una línea de denuncias específica» para dar parte de actos «contrarios a la ética y conducta institucional» y configurar «un estatuto del denunciante» que aborde los «derechos» de quien comunique alguna irregularidad.

El informe también incide en la necesidad de tener una «política de formación» actualizada de forma «permanente» y en que cada consellería del Gobierno gallego disponga de un órgano «con autonomía funcional», encargado de supervisar el cumplimiento de todas estas medidas.

Durante el acto de entrega del documento al vicepresidente de la Xunta –también responsable del área de Administracións Públicas–, el conselleiro maior ha valorado el trabajo «muy concienzudo» elaborado por parte del área de Conta Xeral.

Asimismo, José Antonio Redondo ha asegurado que con este informe se abre «un nuevo camino» en el control y la prevención de la corrupción, tarea encomendada «en su día por una comisión parlamentaria» del Legislativo al Consello de Contas.

«Debilidades»

Por su parte, el responsable del área de Conta Xeral, Constantino Carreira, ha explicado que se trata de un documento «técnico» que identifica «debilidades» por parte de la Administración y «cómo corregirlas». No en vano, ha advertido de la importancia de que la Xunta se «comprometa e incorpore» sus recomendaciones.

Finalmente, el vicepresidente del Gobierno autonómico, Alfonso Rueda, ha prometido que revisará el informe «con atención», puesto que «lo más importante» en la lucha contra la corrupción es, según sus palabras, «prevenir».

Por ello, ha destacado que el Consello de Contas es un organismo «absolutamente objetivo e independiente» cuya labor de prevención de la corrupción viene «del año 2014», a raíz de «una crisis de credibilidad» de los poderes públicos «muy fuerte».

Según recuerda la Xunta, el documento entregado este lunes es fruto de un protocolo firmado en noviembre del año pasado con el que Galicia se convirtió «en la primera comunidad autónoma en asumir de forma voluntaria mecanismos de autorregulación«.

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