La revuelta laboral coge a Inditex negociando los convenios en almacenes de Zara y Bershka

La multinacional firmó la pasada semana una subida salarial del 14% en Tempe, la zapatería de Amancio Ortega en Alicante, y encajó protestas de los trabajadores de Bershka en Palafolls

Imagen de las instalaciones de la Plataforma Europa de Inditex en Zaragoza. EFE/Javier Cebollada

Imagen de las instalaciones de la Plataforma Europa de Inditex en Zaragoza. EFE/Javier Cebollada

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Los sindicatos que forman el comité de empresa de Zara Logística, el almacén de la principal enseña de Inditex en Arteixo, anunciaron el pasado 30 de abril protestas en forma de paros parciales ante una caída de la carga de trabajo en el centro de distribución, en el que trabajan unas 1.300 personas. CGT, CIG, CC OO y UGT reaccionaban ante la decisión de la multinacional de Amancio Ortega de cambiar el turno de unos 700 operarios el pasado 1 de mayo por falta de carga de trabajo, una medida que, según los sindicatos, se había tomado por primera vez en 20 años.

Roberto Pérez, de la CIG, alertó que los calendarios, pactados el 1 de diciembre de cada año para el ejercicio siguiente, son clave para la «estabilidad» de la plantilla, por lo que ve esto como un ataque a su «línea de flotación». El sindicalista vinculó el movimiento a una apuesta de Inditex por las oficinas y la sede central de Sabón en detrimento de la logística del mismo polígono, donde ven que el crecimiento va hacia «otras plataformas, como la de Zaragoza, o subcontratas que trabajan mucho más barato y con peores condiciones».

Para el comité de empresa, Inditex atacó dos elementos especialmente sensibles para la plantilla y su futuro. Por un lado, la estabilidad de los calendarios que «tanto costó conseguir», en palabras de Arturo Julián, de CCOO, y, por otro, la propia logística ubicada en el corazón de la compañía en Arteixo en un momento en que «los almacenes deberían estar llenos de ropa para la temporada de verano».

La red logística de Inditex

Inditex mueve prácticamente todas sus prendas a través de su red de centros logísticos en España, aunque cuenta también con un almacén en Lelystad, en los Países Bajos, el primer almacén que abrió en el extranjero. El armario de Zara en Arteixo es uno de los tres con los que cuenta la cadena con más ventas de la multinacional, pues tiene otros dos engranajes en Madrid (Meco) y Zaragoza (Plataforma Europa). El resto de marcas tiene sus centros de distribución en Narón, León, Guadalajara, Tordera, Palafolls, Sallent y Alicante. Tradicionalmente, los centros logísticos de Zara han tenido las mejores condiciones laborales en el conjunto del grupo, siendo sus convenios la referencia en las reivindicaciones laborales que han realizado en los últimos años las trabajadoras de las tiendas.

Los paros parciales de Zara Logística coinciden con tres eventos relevantes: por un lado, el récord de ingresos y beneficios de Inditex, que apunta a que la carga de trabajo debería seguir siendo elevada; por otro, un plan de 1.800 millones para reforzar su logística con nuevos centros de distribución de Zara (en Zaragoza), Bershka y Tempe en España y la ampliación de su almacén de Países Bajos; y, finalmente, la renovación de tres convenios laborales, los llamados pactos de articulación, en los armarios de Zaragoza, Palafolls (Bershka) y Alicante (Tempe).

Subida salarial del 14% en Tempe

Precisamente, la semana pasada se cerró uno de estos acuerdos, el de la zapatería de Amancio Ortega en Alicante. Los trabajadores de Tempe llegaron a un acuerdo con la dirección que implicará una subida salarial del 14% para los próximos tres años, a razón de un 5% este 2024; otro 5% en 2025; y un 4% en 2026.

Tempe es la única cadena del Grupo Inditex en la que la familia Ortega no manda o, al menos, no de manera absoluta, pues tiene un socio que controla el 50% del capital, el empresario Vicente García Torres. Aunque el gigante textil sí que ha tejido alianzas en el capital de filiales enfocadas principalmente a la expansión internacional (como Zara en México, con el empresario Lino de Prado), no hay otro caso en el que un socio retenga la mitad de las acciones.

Protesta de Bershka

Tras el acuerdo en la cadena de calzado y complementos, a la compañía que preside Marta Ortega le falta por cerrar los pactos en Zaragoza y Palafolls. En territorio aragonés, donde Inditex prevé construir un segundo armario de 130.000 metros cuadrados, planteó en la última reunión un incremento salarial del 11,4% para el periodo 2024-2026, pero todavía no consiguió luz verde de los trabajadores, no tanto por cuestiones salariales como por otros ámbitos de la negociación que tienen que ver con la organización del trabajo.

Más difícil está siendo la negociación en Bershka, una de las cadenas que más tarde se incorporó a estos pactos de articulación. Un centenar de trabajadores del almacén de Palafolls, que emplea a medio millar, se movilizaron la pasada semana hasta la tienda de la cadena en Portal del Ángel en Barcelona para protestar en demanda de una mejora en las condiciones. Inditex ofreció un incremento del 14%, pero los sindicatos lo consideran insuficiente debido a las peores condiciones retributivas que arrastra la cadena respecto a otros armarios de la multinacional.

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