El restaurante L’Oliana sopla las 25 velas de su aniversario

En 1988, Ana Calpe dejaba su trabajo para embarcarse en un nuevo proyecto, su primer restaurante. Ahora, 25 años después, puede soplar, con satisfacción y acompañada de su hermana Àngels, las velas de un pastel que conmemora más de dos décadas de esfuerzo, de proximidad con el cliente, de buen hacer gastronómico. L’Oliana está en la calle Santaló nº 54 de Barcelona, a medio camino entre Vía Augusta y la Avenida Diagonal.

Para celebrar estos años al pie del cañón, la familia Calpe reunirá este jueves a los clientes, conocidos y cercanos que han celebrado importantes momentos de su vida en L’Oliana.

Nuevo espacio en el centro de Barcelona

Pero las hermanas Ana y Àngels Calpe no se detienen aquí. Quieren ir más allá y extender su modelo de negocio. Por ello, abrirán otro restaurante junto a la céntrica calle Portal del Àngel de Barcelona en el espacio que ocupaba el Cercle Artístic de la capital catalana. “Es necesario hacer obras porque el local necesita importantes reformas”, explica Ana Calpe en petit comité antes de celebrar oficialmente el 25 aniversario de L’Oliana.

Una carta clásica que no pasa de moda

Desde finales de los ochenta hasta hoy han cambiado mucho los hábitos de consumo, la forma de disfrutar del ocio y la gastronomía. “Recuerdo que cuando abrimos L’Oliana la gente decía que era un espacio frío y le extrañaba mucho que la cocina estuviese abierta. No lo entendían. Y ahora es todo lo contrario, estamos acostumbrados a ver establecimientos de este tipo”, subraya Calpe, quien ha sabido adaptarse a todos los tiempos con los mejores productos del mercado, elaboraciones sencillas y recetas tradicionales.

Aunque cada vez parece que se valora más el vanguardismo en la restauración, también merece mención especial la cocina tradicional, mediterránea y clásica. Esa es la dinámica y tónica de L’Oliana. Por ello, el restaurante de las hermanas Calpe ofrece para celebrar su cumpleaños un menú degustación durante toda una semana a 25 euros (precio simbólico) para que la gente pueda comprobar su estilo y sus especialidades. Si hay que destacar algunos platos, no habría que olvidarse de las croquetas de pollo y jamón, los buñuelos de bacalao o el filete de ternera con salsa al vino y foie fresco.