La Navidad llega a la Viniteca

Quim Vila presenta sus cuatro platos de cuatro estrellas Michelin para las fiestas

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Como cada año, Vila Viniteca ha presentado su cocina de las estrellas para Navidad. Cuatro platos, la mayor parte de ellos de corte clásico, elaborados por otros tantos cocineros y que se pondrán a la venta durante estas fiestas envasados al vacío y listos para llevar a casa.

Victor Quintillà, chef del Lluerna, de Santa Coloma de Gramenet, con una estrella Michelin, ha sido el encargado del primer plato: terrina de campaña, foie gras, trufa negra y miel de pera (11 euros).
El cocinero, que acaba de abrir nuevo local en Barcelona –Bitxarracu–, profundiza en sus tendencias culinarias de productos de proximidad y en su devoción por la carne de cerdo, la «más versátil de las carnes».

Los canelones

Oriol Rovira, de Els Casals, prepara los canelones de pollo rubio de la granja familiar rustido con setas –trompetas de la muerte, llenegas, fredolics y camagrocs- con bechamel de almendra cruda y manteca de trufa (18 euros). Un plato tradicional y contundente, con el que un estómago estandar ya tendría suficiente, aunque en estas fechas es de sobras conocidala propensión a los excesos. El cocinero, galardonado también con una estrella Michelin, remata los canelones con trufa rallada.

Fermí Puig, que también tuvo su estrella cuando pilotaba Drolma, y que ahora lleva su propio local en Barcelona, ofrece un rustido de pollo de pagès criado por Callís con salchichas, rovellons, orejones, tomates y ajos (15 euros).

Postre rompedor

El postre no es navideño, sino rompedor. Lo hace Artur Martínez, del Capritx, que igualmente ostenta una estrella y que proyecta un nuevo restaurante en Barcelona para el año próximo. El cocinero de Terrassa propone un yogur frío que combina el merengue, la crema de chirivía, la nata crujiente y azúcar. (5 euros)

Quim Vila ha presentado su oferta navideña con un maridaje especial. Para la terrina de foie abrió una botella de tres litros de un gran vino blanco de Beaune, el Louis Jadot Le Clos Blanc de 2010. Para los canelones, el ribera Venta de las vacas de 2009 también de tres litros. La densidad del rustido de pollo de Fermí Puig fue de la mano del no menos intenso Clos Martinet de 2011 servido en màgnum. Y para el yogur, un Kracher Auslese Cuvée, cosecha tardía de 2011.

Un gran queso

Este festival de vinos se redondeó con un inclasificable y magnífico cava L’Origan brut nature, que fue el elegido para acompañar el Beaufort Alpage del 2011, un queso insuperable que separó el pollo de Fermí Puig del yogur de Artur Martínez.

Economía Digital

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