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Los hospitales de Madrid de gestión público-privada lideran en agilidad quirúrgica, según los datos del Sermas
El sistema de colaboración reporta mayor agilidad en la gestión, una planificación más flexible y un uso más eficiente de los recursos
Foto: Servimedia.
Los hospitales de gestión mixta de la Comunidad de Madrid presentan tiempos de espera muy por debajo de la media madrileña y nacional y contribuyen a aliviar la presión asistencial del conjunto del sistema, según los datos oficiales del Servicio Madrileño de Salud (Sermas).
Los hospitales de la Comunidad de Madrid con menor tiempo de espera para intervenciones quirúrgicas comparten un mismo modelo de gestión: el de colaboración público-privada. Según los últimos datos oficiales del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) correspondientes al mes de abril, los cuatro centros con mejores registros en este indicador -el Hospital Universitario General de Villalba (13,97 días), el Hospital Universitario Rey Juan Carlos (17,76 días), la Fundación Jiménez Díaz (23,10 días) y el Hospital Universitario Infanta Elena (25,78 días)- operan bajo esta fórmula de concesión administrativa.
Los tiempos de espera de estos hospitales no solo contrastan con la demora media nacional para operaciones, que según datos del SISLE (Sistema de Listas de Espera) asciende a 126 días, sino también con la media madrileña, que en abril se situó en 52,29 días, según el Sermas. Una diferencia sostenida en el tiempo, ya que estos hospitales llevan años situándose entre los primeros puestos en los rankings de menor demora quirúrgica.
La diferencia es especialmente significativa, incluso en especialidades que, a nivel nacional, registran los mayores retrasos, como Cirugía Plástica, Neurocirugía y Angiología-Cirugía Vascular, con una media de espera de 258, 191 y 149 días, respectivamente. Destaca el caso de la Fundación Jiménez Díaz, hospital público-privado de gran complejidad, que pese a gestionar una elevada presión asistencial, presenta unos tiempos de espera considerablemente reducidos para estas especialidades: 20,96 días en Cirugía Plástica y Reparadora; 12,75 días en Neurocirugía, y 16,1 días en Angiología y Cirugía Vascular. En términos de actividad, este centro solo en 2024 realizó 34.678 intervenciones quirúrgicas, consolidándose como uno de los hospitales con mayor capacidad asistencial de la región.
Recursos
El modelo mixto, implantado en Madrid desde 2012 en algunos hospitales, implica que la administración sanitaria mantiene la titularidad y la financiación del servicio, mientras que la gestión de los recursos humanos y materiales recae en una empresa concesionaria. Un sistema de colaboración que, según los datos que arroja, reporta mayor agilidad en la gestión, una planificación más flexible y un uso más eficiente de los recursos, lo que repercute directamente en la reducción de listas de espera. Según el último informe del SISLE, con datos a cierre de 2024, Madrid presenta la menor demora media para intervenciones quirúrgicas de todo el territorio nacional.
A pesar de los resultados, este modelo de concesión sanitaria genera posiciones encontradas. La CAM sostiene que el hecho de que estos hospitales asuman la atención integral de una parte de la población madrileña supone, en la práctica, una descongestión para el resto de los centros de gestión directa del Sermas y tiene un efecto indirecto en la reducción de listas de espera en otros hospitales públicos, al distribuirse mejor la carga asistencial. Permite, además, que algunos pacientes de otros centros se deriven puntualmente a estos hospitales para intervenciones concretas, mediante convenios y acuerdos gestionados por la Consejería de Sanidad, especialmente en periodos de alta demanda. La existencia de indicadores de calidad y control por parte del Sermas, que se auditan periódicamente garantizan la prestación adecuada del servicio
En 2023, los cinco principales hospitales públicos de gestión privada absorbieron 226.000 citas de pacientes adscritos a otros centros, según el balance del Servicio Madrileño de Salud. Este traslado de pacientes permitió a los siete hospitales públicos más grandes reducir su presión asistencial en 165.000 primeras consultas, lo que representó el 60% de las de ese tipo en el sistema. Este flujo de pacientes tuvo un impacto significativo en la reducción de las listas de espera quirúrgica y en la disminución de la demora media en otros hospitales públicos. Por ejemplo, el Hospital Universitario La Paz redujo su presión asistencial en casi 49.000 citas; el Hospital Universitario Ramón y Cajal, alrededor de 32.000; y el Hospital Universitario Severo Ochoa y el Hospital Universitario 12 de Octubre, en casi 25.000.