Carta a un amigo socialdemócrata

Los escándalos que rodean a la mujer de Sánchez han marcado un punto crítico en la erosión institucional que vive España

Querido amigo socialdemócrata, 

Permíteme que, por una vez, use este formato epistolar al que tan acostumbrado te tiene tu secretario general, sobre todo, en los momentos críticos para su persona. Te escribo desde la preocupación por lo que está ocurriendo en nuestra democracia. No lo hago desde el reproche hacia ti, sino desde la urgente necesidad de reflexionar juntos sobre el precipicio institucional y social al que Pedro Sánchez está arrastrando a España. 

Lamentablemente, los hechos se han convertido en clamor: la acumulación de escándalos en el entorno presidencial no es fruto de una cacería política ni de una prensa hostil, sino la consecuencia lógica de un poder sin ataduras. Le disteis un poder absoluto y, claro, sucedió lo que ya nos había advertido lord Acton: todo se corrompió. Aunque también deberíamos reconocer que la materia prima no era éticamente de primera calidad. 

¿De verdad veías como personas honestas y decentes a los integrantes del Peugeot? La urna escondida detrás de una mampara quizás ya te podía indicar que las primarias no fueron excesivamente limpias. Quizás mi escepticismo liberal está demasiado acentuado, pero ya te advertí que de aquel coche no saldría ni una regeneración democrática ni una ejemplaridad ética.  

José Luis Ábalos, mano derecha de Sánchez y ex secretario de Organización del PSOE, nunca pareció estar a la altura de los estándares feministas que imponíais al resto. Quizás todo era pura retórica. Mientras una mano sostenía la pancarta del 8M, la otra pagaba con dinero público a las “sobrinas”. ¿Y qué decir de su sucesor? En prisión por corrupción. ¿No percibes cierto patrón de prácticas clientelares en la cúpula del partido socialista? Y no solo en el partido. 

Los escándalos que rodean a la mujer de Sánchez han marcado un punto crítico en la erosión institucional que vive España. Begoña Gómez, sin ser licenciada universitaria, fue nombrada directora de una cátedra en la Universidad Complutense. Sospechoso, ¿no? La Fiscalía Europea investiga la adjudicación de contratos al amigo Juan Carlos Barrabés. Si vas uniendo los puntos, el dibujo resultante no es muy bonito. 

La situación del hermanísimo ya roza lo surrealista. David Sánchez residió en el Palacio de la Moncloa durante meses para esquivar el control de Hacienda, simulando vivir en Portugal y evitando la geolocalización de su teléfono móvil. ¿No te escandaliza? Le hemos pagado la guarida y nadie nos da explicaciones. En cualquier democracia saludable, este tipo de conductas provocaría dimisiones inmediatas y una exigencia pública de rendición de cuentas.  

Frente a esta realidad, Sánchez no asume ninguna responsabilidad. Y, lo que es peor, ha optado por atrincherarse en el poder desplegando una estrategia de polarización social y degeneración institucional. En lugar de dimitir o avanzar las elecciones, se ha parapetado tras una coalición sostenida únicamente por el interés de quienes ven en la debilidad de España una oportunidad para avanzar en su agenda particular. ¿No es todo esto una traición flagrante al espíritu democrático que creíste ver un día en tu partido?  

(Foto de ARCHIVO) La esposa del presidente del gobierno Begoña Gómez durante la clausura del 41º Congreso Federal del PSOE en el Palacio de Congresos y Exposiciones. A 1 de diciembre de 2024, en Sevilla, Andalucía (España). El 41º Congreso Federal del PSOE concluye en Sevilla con su jornada de clausura celebrada en Fibes. Durante el evento, se trazaron las líneas estratégicas del partido para los próximos años, destacando el compromiso con las políticas sociales, la igualdad y la sostenibilidad. La clausura contó con la presencia de destacados líderes socialistas y delegados de todo el país. Francisco J. Olmo / Europa Press 01/12/2024
La esposa del presidente del gobierno Begoña Gómez. Foto: Francisco J. Olmo / Europa Press.

El partido socialista, bajo la égida de Sánchez, ha elegido el camino de la deslealtad a la democracia. Ya no reconoce límites ni en la ética pública ni en la Constitución española. Fuera de su feligresía, todo el mundo lo observa entre la estupefacción y la indignación. Sánchez no solo ha perdido la confianza de la mayoría de los españoles, sino también padece un aislamiento creciente en el panorama internacional. Su agenda ajena al consenso europeo y la imagen de un gobierno asediado por la corrupción le han cosechado enemigos entre socios que antes valoraban a España como un país fiable.  

A los radicalismos ya les va bien un gobierno corrupto y un Estado frágil

Pero quizá lo más triste, amigo mío, es constatar la hipocresía de sus apoyos parlamentarios. Los socios de Sánchez toleran las corruptelas y la inestabilidad porque debilitar España y sus instituciones fortalece sus propios objetivos. Se alimentan de la erosión democrática porque solo en una España dividida y desgastada pueden imponer sus proyectos. A los radicalismos ya les va bien un gobierno corrupto y un Estado frágil. ¿A ti también, amigo socialdemócrata? 

Quizá me contestes que todo vale para que no gobierne la derecha. Y aquí deberé recordarte que el PSOE hace tiempo que ha abandonado a la clase trabajadora. Ha adoptado las políticas de identidad de sus socios más radicales. Esas políticas en las que tú, aunque trabajes a destajo y no llegues a fin de mes, eres el opresor. Pagas más impuestos que nunca y recibes peores servicios. La economía va como un cohete, te aseguran, pero eres más pobre. ¿No lo ves?  

Estoy convencido de que el futuro juzgará con severidad estos años. Sabes que no hay democracia sana allí donde el partido en el poder se convierte en refugio de intereses particulares y el gobierno atiza la confrontación. Por eso te pido que, desde la honestidad, sumes tu voz a quienes exigimos un cambio de rumbo que devuelva España a la senda de la honestidad y la decencia. Como bien sabes, soy liberal conservador, pero creo sinceramente que un auténtico socialdemócrata merece algo más que ser cómplice de este tiempo oscuro. 

Con afecto y esperanza en el reencuentro democrático, 

 
Un amigo

Deja una respuesta