¿El ocaso de España en Europa? 

El resultado de los grupos a la derecha del Partido Popular Europeo puede arrinconar a la singular España de Sánchez

España es el único gran país de la UE donde hoy los socialistas tienen alguna posibilidad de ganar las elecciones ¿Somos una excepción europea al igual que somos el único país de la UE en el que una fuerza encabezada por una militante del partido comunista, como Yolanda Díaz, forma parte del gobierno?  

Manfred Weber, candidato del partido que va a ganar en Alemania, la principal potencia europea, fue acusado por Sánchez de nazi. La primera ministra italiana y candidata de su partido a las elecciones europeas también es considerada fascista por Moncloa y a la zaga le va la líder del partido que ganara en Francia, Marine Le Pen. Sánchez no para de escribir cartas, pero como le sucedía al coronel ¿Él no tiene quien le escriba?  

Ursula von Der Leyen candidata a repetir como presidenta de la Comisión Europea ha hecho campaña por España de la mano de Núñez Feijóo pero en Europa nada puede darse por cerrado hasta el último suspiro. Hace cinco años el candidato a repetir como presidente de la comisión era el luxemburgués Jean Claude Juncker pero Von der Leyen acabó en la más alta instancia del edificio Berlaymont, sede de la comisión.  

La política europea es un cubo de Rubik y a eso se aferra un Pedro Sánchez que no ha tenido remilgos en escorarse a la extrema izquierda con el objetivo de intentar ganar las elecciones de hoy. Con Scholz en horas bajas y con un candidato socialdemócrata alemán sin opciones de ser presidente de la comisión Sánchez, a pesar de su conversión a populista caribeño, espera jugar sus bazas para mantener la influencia de España en la Comisión.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Foto: EFE/Borja Sánchez-Trillo
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. Foto: EFE/Borja Sánchez-Trillo

Históricamente los españoles hemos tenido comisarios con poder: las vicepresidencias de Marín, Almunia y Loyola de Palacio fueron momentos de gran proyección y prestigio para España. Matutes, Oreja Aguirre y Arias Cañete fueron comisarios reconocidos y solventes. Hoy Borrell, que ya fue presidente del parlamento entre 2004 y 2007, ocupa una vicepresidencia de política exterior, muy visible pero poco influyente dado que esa es una materia en la que cada país de la UE va por su lado.

Además, la invasión rusa de Ucrania y la posición indisimuladamente anti israelí de Borrell, en línea del gobierno de Madrid, ha hecho del mandato de Borrell un tiempo protocolariamente importante pero intrascendente relevante para España. El flojo papel de Borrell -en contraste con su paso por el ministerio de exteriores- lo compensa hoy en las instituciones europeas Luis de Guindos, quien ocupa con éxito la vice presidencia del Banco Central Europeo.    

¿Qué nos espera tras las elecciones de hoy? El resultado de los grupos a la derecha del Partido Popular Europeo puede arrinconar a la singular España de Sánchez, las derechas han pasado de ser poco más del 3% a inicios de este siglo a aspirar a lograr hoy la tercera plaza y representar más del 22%. Si Meloni o Bardella, el candidato de Le Pen, tienen alguna influencia en la formación de la nueva comisión el papel de España será menor por la deriva radical de Sánchez.  

«Bruselas es un lugar donde una voz más alta que otra es mal vista»

Sánchez quiere que en la nueva comisión que se elija tras la cita con las urnas de hoy, su candidata, Teresa Ribera, ocupe la comisaria de energía, pero para lograrlo primero debe pactar con el resto de países y grupos ideológicos para luego Ribera debe pasar el examen al que el parlamento europeo somete a todos los candidatos a comisario.

Si el resultado electoral no permite repetir la tradicional mayoría de populares, socialistas y liberales no solo desde el grupo conservador, donde milita VOX, sino también desde la bancada demócrata cristiana (PPE) puede haber la tentación de minutar a Sánchez por tanto desplante como ha ido realizando en los últimos tiempos.

Pero Europa es pragmática, Bruselas es un lugar donde una voz más alta que otra es mal vista, así que si Sánchez lidera la delegación socialista más numerosa de la eurocámara nadie tendrá reparos en pactar con él. 

Ribera se enfrenta a otro problema: la apuesta de España por la cartera de energía es un avispero, Europa y España en materia energética van por caminos contrapuestos. Mientras España cierra nucleares el parlamento europeo ha declarado a la nuclear energía verde.  

Lo único que es seguro es como siempre sucede con Sánchez todo se resolverá en el último suspiro, con suspense.