La regulación inútil y contraproducente del mercado inmobiliario  

Un alquiler cuesta hoy en Cataluña el doble que en Galicia a pesar de la multitud de medias controladoras e intervencionistas del mercado

La Generalitat de Cataluña ha declarado gran tenedor a todo aquel que posea más de cinco propiedades y ha implantado un derecho de tanteo y retracto a todas las operaciones que estos supuestos millonarios lleven a cabo. Por decreto han nombrado presuntos millonarios y han tachado de especuladores a miles de personas. No se sabe si Salvador Illa hubiera tomada esta intervencionista medida si su permanencia al frente del gobierno catalán no dependiera de ERC y los Comunes.  

El argumento utilizado para justificar la intervención del mercado inmobiliario es el de bajar el coste de la vivienda y de los alquileres. El resultado está siendo el contrario. Según el portal especializado Fotocasa, los alquileres subieron en Cataluña un 10,9% a lo largo del último año.

La cifra está por encima de la media nacional dado que en España el aumento medio del alquiler entre el primer trimestre de 2024 y 2025 fue del 9,6%. Primera conclusión: o el fraude es masivo, cosa que no sucede, o bien -como es el caso- la medida es inútil.  

El dato trimestral para Cataluña fue de un 1,9% de subida de los alquileres, una decima por debajo de la media española, magro consuelo al estar el alquiler en Cataluña en los 18,29 euros por metro cuadrado de coste de alquiler, más de cuatro euros por encima de la media del conjunto país.  

El argumento utilizado para justificar la intervención del mercado inmobiliario es el de bajar el coste de la vivienda y de los alquileres

Un alquiler cuesta hoy en Cataluña el doble que en Galicia a pesar de la multitud de medias controladoras e intervencionistas del mercado como, por ejemplo, la implantación de zonas tensionadas con precios máximos de alquiler.  

La creación de estas zonas no ha resuelto el problema, todo lo contrario, lo han incrementado al no frenar la espiral de precios, pero provocar una caída de oferta. La demostración más evidente de que la introducción de controles y topes zonales en los precios es un fracaso se pone de manifiesto al comprobar que la Comunidad de Madrid, sin estas restricciones, durante el primer trimestre del presente año ha experimentado un incremento de precios del 1,2% frente al 1,9% de Cataluña.  

Las dificultades que sufren todos los españoles y, en especial, los catalanes para acceder a un alquiler o a una compra al alcance de su bolsillo ha llevado a la aparición de un mercado de alquileres de habitaciones que ya creíamos desaparecido y propio de películas de la vida de postguerra y los años ’50.  

Foto: Tomàs Moyà/Europa Press

Este mercado habitacional, vía de emancipación de muchos jóvenes, también se está convirtiendo en un lujo. En este caso el fracaso de las restricciones también se aplica a los alquileres múltiples dado que una habitación en Cataluña tiene hoy un precio medio mensual de 636 euros. Este coste está 116 euros por encima de la media nacional y es el más elevando entre todas las CC.AA. y el único que supera los 600 euros mensuales. 

Las dificultades para empezar una vida independiente quedan de manifiesto cuando Fotocasa indica que el alquiler de habitaciones creció en la ciudad de Barcelona un 113% en 2023 y un 23% en 2024.  

La ley de vivienda aplicada en Cataluña declara como zona tensionada, donde se aplican topes a los precios y otras restricciones a áreas donde vive el 90% de la población catalana, si la intervención de los mercados siempre es una mala idea, hacerlo de forma generalizada es aun peor y lleva a muchos jóvenes a una situación frustrante.  

Hasta ahora los gobernantes, desde posiciones demagógicas de izquierda, acusan de la situación inasequible de la vivienda a fondos inmobiliarios, a los que llaman desde despachos oficiales fondos buitre, a los propietarios a los que tachan de grandes tenedores y especuladores por tener cinco propiedades y a los empresarios por, según ellos, pagar sueldos bajos que no permiten a nadie comprar o alquiler. 

Sobre las trabas para obtener una licencia, las limitaciones al suelo edificable, la burocracia, la corrupción rampante que aumenta costes, la fiscalidad y la inflación, de eso no dicen nada.   

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