Carles Puigdemont podría retener su inmunidad hasta 2021

La pandemia paraliza el suplicatorio para levantar la inmunidad a Puigdemont en el Europarlamento, que debía resolverse a más tardar al inicio del verano

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Antes de la pandemia, la previsión era que Carles Puigdemont perdiera su inmunidad como eurodiputado a más tardar al inicio del verano. El Tribunal Supremo pidió a mediados de enero el suplicatorio para levantar su inmunidad y la del exconseller huido Toni Comín. El proceso efectivamente se puso en marcha y la expectativa era que llegase a su fin en un periodo de cuatro a seis meses, con el antecedente más del 90% de las peticiones semejantes que recibió la Eurocámara durate el pasado mandato se aprobaron.

En junio, las expectativas se actualizaron a la pandemia del coronavirus y se trasladó la posibilidad de que la votación del suplicatorio tuviese lugar ya en el otoño, con un leve retraso con respecto al plan original. No obstante, este escenario se ve ya lejano cuando faltan un par de semanas para el fin del verano. Fuentes parlamentarias, en declaraciones recogidas por Europa Press, advierten ahora de que la votación puede dilatarse cuatro meses una vez que el expresident y el exconseller fugados comparezcan. 

Desde que la emergencia del coronavirus se antojó inexorable, en la recta final del primer trimestre del año, los avances en el procedimiento que podría precipitar la extradición de Puigdemont a España han sido mínimos. El búlgaro Angel Dzhambazki ha sido nombrado ponente responsable del expediente, y en mayo se tomó la decisión de fusionar el suplicatorio de Puigdemont y Comín con el de la también consejera huida Clara Ponsatí. Pero la paralización de la actividad parlamentaria imposibilitó cualquier otro avance.

En junio, estaba previsto que se celebrasen las audiencias de los soberanistas a partir de agosto. Pero, ya a inicios de septiembre, esto se ve difícil. Las medidas sanitarias contra la Covid-19 han paralizado las comparecencias de los implicados, y la Eurocámara aún no ha diseñado las fórmulas para solventar los obstáculos de la pandemia. Y sin que comparezcan Puigdemont, Comín y Ponsatí, el procedimiento no puede retomarse. Además, el suplicatorio exige reuniones confidenciales que ahora no pueden llevarse a cabo.

4.000 folios

El presidente de asuntos jurídicos del Europarlamento, Adrián Vázquez (de Ciudadanos), ha afirmado que el proceso se retomará «al día siguiente de que se normalice la actividad parlamentaria» y se ha mostrado confiado en que el trámite continúa y que el trabajo de análisis de la documentación continúa. No obstante, después de la comparecencia todavía puede retrasarse hasta cuatro meses más, lo que situaría la votación y la decisión final a principios del próximo año. Incluso ha habido suplicatorios que se han alargado un año.

Las fuentes coinciden en que todo dependerá de la complejidad del caso. La documentación que analiza el ponente Dzhambazki alcanza ya en torno a 4.000 folios, lo que indica que es difícil pronosticar un plazo para que se resuelva. El ponente debe emitir una recomendación a la comisión de asuntos jurídicos, que por su parte la votará antes de que el Parlamento tome una decisión. Es necesaria una mayoría simple para aprobarlo.

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