Cataluña integra la FP al sistema educativo para impulsarla hasta los 476.000 alumnos
El Parlament de Catalunya aprueba la Ley de formación y cualificación profesional con el respaldo del 89% de la cámara
El sector de la hostelería da cabida a muchos graduados en Formación Profesional.
La cantinela es repetida por los responsables de educación del país una y otra vez: «En España hay demasiados universitarios, hay que potenciar la Formación Profesional». Para intentarlo, el Parlament de Catalunya ha aprobado este jueves la Ley de formación y cualificación profesional, en la que integra la formación profesional inicial y la ocupacional en el sistema educativo. El objetivo es crecer hasta los 476.000 alumnos el curso 2025-2026.
El texto ha sido aprobado por el 89% de la cámara y «debe permitir dar una respuesta integral a todas las necesidades de formación y cualificación profesional de las personas y empresas», según ha apuntado Irene Rigau (CiU), consejera de Educación.
Hasta ahora, la FP ocupacional estaba gestionada por el Servei d’Ocupació de Catalunya y con la nueva legislación pasará a ampararse bajo el paraguas de Educación. La intención, facilitar la interrelación y complementación de ambos programas. La empresa tomará mayor protagonismo en el programa lectivo de los centros.
Objetivo: Duplicar el actual número de alumnos
En el curso 2014-2015 se han matriculado a algún grado de Formación Profesional 236.277 personas. El objetivo del plan es llegar a los 476.000 en 2025. Los plazos de Rigau son de aplicar el modelo al 100% en tres años. «Es una ley post crisis para salir finalmente de la recesión», ha sentenciado.
Sin embargo, la norma ha sido recibida con escepticismo en algunos ámbitos del sector educativo. Gonzalo Bernardos, profesor de la Universitat de Barcelona, asegura: «Es un error intentar atraer a los estudiantes universitarios a la FP, hay que centrarse en los jóvenes sin estudios, pues España es el segundo país del mundo en lo que a ninis se refiere».
«Es inútil tratar de copiar modelos del norte de Europa, no tiene sentido», critica Bernardos. Donde sí han coincidido el texto y el docente universitario es en que la empresa debe ser el centro de la FP y no los centros educativos.
